Opinión

Esperanza Aguirre y sus asesores

El paréntesis

César Román (*)

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
El viaje relámpago de Esperanza Aguirre a Rumanía ha tenido como objetivo el atraerse los votos de los inmigrantes rumanos existentes en la Comunidad de Madrid. Algunos de esos rumanos ya le han sacado los colores, por pretender implantar una iglesia ortodoxa en Torrejón de Ardoz, un municipio en el que no hay rumanos ortodoxos.

Esto demuestra que los asesores no la han dicho nada más que es posible que los rumanos voten en el 2007, aunque los estudios sesudos de la materia estimen esa posibilidad como débil.

Hacer política sólo con lo que te dicen tus asesores será muy actual pero es muy poco solvente. Un ejemplo de esta falta de sobriedad en los análisis de los asesores es el problema del agua en la Comunidad de Madrid. Mientras los asesores van siempre en línea de defender el crecimiento a toda costa de la población y, por ende, de aprobar los planes de urbanismo que les presentan, los problemas que estos desarrollos ocasionan parecen olvidarse en el cajón de los recuerdos. Un claro ejemplo de ello es el nuevo PGOU de Alpedrete. Los miembros del Equipo de Gobierno de este municipio serrano quieren hacer un desarrollo urbanístico para que el número de habitantes crezca, supuestamente, unos 3.500 habitantes. Y digo supuestamente porque me da en la nariz otra cosa. En el pueblo, dicen las malas lenguas -yo no, Dios me libre- que los promotores tienen demasiada amistad con los que han diseñado el plan. Porque suena mal que te digan que se hace un plan para que la población suba, cuando el 45 por ciento de las casas están vacías casi todo el año. Y en ese plan se ha planteado la ampliación del actual polígono industrial y la creación de otro nuevo más grande y mucho más moderno, en medio de los límites del ahora recién inaugurado proyecto para el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. ¡Qué bien! ¡Vamos a tener el Parque con un nuevo polígono industrial en su frontera, para que desde las fábricas de Alpedrete se vean las cigüeñas negras, águilas imperiales, corzos o buitres negros! ¡Qué buena es la Espe con la clase obrera!
Pero lo que no le están diciendo a nadie es que ese atentado al medio ambiente que supondrá, de aprobarse, el PGOU de Alpedrete, también acarreará un agravamiento del problema del agua en toda la Sierra. Porque una vez más, a Esperanza Aguirre, sus asesores no le informan de todo, o a lo mejor sí. El caso es que en la Sierra de Madrid falta constantemente agua para beber. Cuando las constructoras comiencen todas sus obras, gastarán más agua. Y cuando finalmente vayan más vecinos a vivir a la zona, hará falta más agua todavía.

El desarrollo de cualquier municipio debe hacerse de una manera sostenible y lógica. No porque unos cuantos políticos y asesores quieran se puede desmontar todo un sistema de vida y dejar que la calidad de vida de los vecinos caiga por los suelos. Eso, se mire por donde se mire, es una insensatez medioambiental y política. Viendo lo visto, está bien que Esperanza Aguirre se vaya a buscar votos a Rumanía. ¡Será para recuperar los que está perdiendo en Madrid!
(*).- Cesar Román es Presidente de Plataforma por Madrid