El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
El presidente colombiano, Álvaro Uribe, ha autorizado hoy la excarcelación de rebeldes de las FARC a cambio de la puesta en libertad de los rehenes que los guerrilleros tienen en su poder, entre ellas la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, cuyo estado de salud ha motivado en último término esta decisión.
Y es que la inquietud sobre la salud de la polítíca secuestrada hace seis años ha ido creciendo en los últimos días. Ayer mismo, el Defensor del Pueblo colombiano, Volmar Pérez, aseguró que el estado de la rehén ha empeorado y que en febrero debió ser atendida en un puesto de salud del departamento del Guaviare. Betancourt padece hepatitis B y leishmaniasis, una enfermedad transmitida por insectos.
La orden presidencial divulgada esta madrugada está contenida en un decreto que, según el alto comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, consiste en que el Gobierno colombiano excarcelará a guerrilleros en el "mismo número singular o plural" de rehenes que liberen las FARC, que mantienen bajo su poder a un total de 40 personas consideradas canjeables por la guerrilla, entre ellas la político colombiana.
Condenados por delitos graves
"Los insurgentes pueden estar imputados o condenados incluso por crímenes que no sean susceptibles de amnistía o indulto", ha explicado Restrepo, pero ha advertido de que quienes quieran el beneficio de la suspensión condicional de la pena, o una alternativa, deberán dejar la lucha armada. "Automáticamente deben comprometerse a un buen comportamiento, y no volver a delinquir: es un compromiso que se mantiene, básico, propio del Estado de Derecho", ha aclarado el comisionado.
Restrepo ha dicho que el Ejecutivo colombiano considerará que se ha llegado a un acuerdo humanitario cuando las FARC pongan en libertad a secuestrados. Una vez que se produzca la liberación, el presidente enviará a las autoridades judiciales competentes los nombres de los presos que pueden recibir el beneficio de la suspensión condicional de la pena.
La urgencia del caso es tal que, ha explicado el funcionario, el mismo decreto establece que por el interés superior de la paz, las futuras liberaciones se gestionarán de manera preferente. "Hemos reducido al máximo los requisitos", ha dicho Restrepo, que ha insistido en que "basta simplemente con que, de manera inmediata, la doctora Ingrid Betancourt sea liberada para nosotros considerar que el acuerdo humanitario se ha realizado". "Esperamos que el gran clamor nacional e internacional por la liberación de Ingrid Betancourt pueda llevarnos a que de la manera más rápida posible se concrete su liberación", ha añadido.
Con la norma, el Ejecutivo de Uribe busca superar los obstáculos que le han impedido asumir la negociación del acuerdo humanitario al que las FARC condicionan la puesta en libertad de las 40 personas que pretenden canjear por medio millar de presos. Entre los encarcelados hay dos rebeldes extraditados a EE UU, que los insurgentes buscan intercambiar por tres estadounidnses que están en el grupo de "canjeables".
La mayor barrera para el acuerdo ha sido la exigencia rebelde de desmilitarización de Florida y Pradera, localidades con poco más de 800 kilómetros cuadrados de territorio y a unos 50 kilómetros al este de Cali, en el suroeste del país, lo que Uribe no acepta. A cambio de ello, el gobernante ha ofrecido una zona de encuentro de unos 150 kilómetros cuadrados, en la misma región, alternativa que las FARC han rechazado.