Redacción | Miércoles 22 de octubre de 2014
“Va a ser complicado reactivar el equipo”. Luis Bertó tiene claro que la delicada situación por la que atraviesa el club por el grave problema de salud de su principal mentor va a condicionar el rendimiento del CUC Villalba en su trascendental visita de este domingo al Torrejón. El entrenador admite que “una noticia así va a afectar seguro”. Falta por ver cómo. Ante el Pinto, el equipo salió desconectado, con la apatía propia de quien vive en la más extrema incertidumbre.
El gol en contra a los 16 segundos agravó la extraña sensación con la que los jugadores conocedores de la noticia saltaron al campo. “Traté de meter gente veterana en el once, que siempre puede responder mejor en estas situaciones, pero se juntaron demasiadas cosas: afectó psicológicamente lo del Atlético C y luego fue un palo conocer lo de Tino”. En ese partido, sólo los capitanes y los jugadores más veteranos en el club sabían la noticia. Este domingo, en Las Veredillas, todos serán conscientes de ella en un partido de capital importancia. El Villalba visita al penúltimo clasificado, al que prácticamente eliminaría de la lucha por la permanencia en caso de victoria. El Torrejón no gana desde el 10 de febrero y acumula cuatro derrotas consecutivas, incluido un 7-0 en Valdebebas ante el Madrid C. Dos seguidas, ambas en Semana Santa, es el balance que va a presentar el Villalba, aunque estos datos poco van a contar.
En lo estrictamente deportivo, Bertó está pendiente de la recuperación de Alberto Espino, ausente en la doble jornada de Semana Santa por enferemedad. Si el ex del Sanse no se recupera, Marcos Sequeiros volverá a ser la referencia atacante en el 4-2-3-1, con Juanín como lanzador. Ballesteros y Marcos, por la izquierda, y Joan y Quique Casado por la derecha, se disputarán los puestos de banda. Queda fuera, por razones obvias, Borja Comenge, que espera que sus compañeros ayuden a su padre a superar un trance que tiene a todos en vilo.