El túnel del polémico proyecto en el centro de villalba continúa sin abrirse cuando las obras aparentemente ya han terminado
Redacción | Miércoles 22 de octubre de 2014
Durante los tres últimos años y en reiteradas ocasiones hemos mostrado nuestras reservas sobre la conveniencia de las obras del parking-túnel de Honorio Lozano y Batalla de Bailén de Collado Villalba. Entre los distintos razonamientos que aportamos al efecto, los más relevantes se centraban, por un lado, en la asimetría existente entre la utilidad social de esta obra y el coste multimillonario de la misma, y por otro en la enajenación de una vía pública para el lucro de una empresa privada. Y a los hechos nos remitimos: a punto de cumplirse dos años desde el inicio de este polémico proyecto (mayo de 2006), aún hoy se desconoce en qué estado se encuentra el túnel que une las calles Honorio Lozano con Batalla de Bailén y también la zona subterránea destinada a albergar las más de 700 plazas de aparcamiento que contempla dicho proyecto.
Sólo se pueden dar por concluidas, a falta de algunos remates, las obras de urbanización en superficie, que fueron abiertas al tráfico en distintas fases, la última de ellas el pasado 17 de diciembre. El secretismo que ha rodeado a esta obra, sobre todo en su recta final, nos hace tomar ciertas reservas a la hora de pronunciarnos sobre su presunta finalización. Unos dicen que está totalmente terminada, pero que los técnicos municipales no parecen dispuestos a recepcionarla. ¿Motivos? En este aspecto hay comentarios para todos los gustos. También hay quien asegura que la UTE formada por las empresas Cover-Ortiz no está dispuesta a entregar la misma al Ayuntamiento hasta que no tengan garantizado el cobro de los más de 20 millones de euros correspondientes al capítulo de modificados y obras complementarias, lo que supone un 100 por 100 de incremento sobre el presupuesto inicial de la misma, algo que ha obligado al Ejecutivo que preside José Pablo González a poner este asunto en manos del Consejo de Estado para que sea este órgano consultivo quien informe sobre si es procedente o no su abono.
Incumplimientos y deficiencias
Al margen de los 20 millones de sobrecoste (3.200 millones de las antiguas pesetas), cifra que por cierto supera el total de la partida de inversiones aprobada el pasado martes por el Ayuntamiento villalbino para el presente año, hemos de hacer mención a los incumplimientos producidos desde su inicio, en mayo de 2006, que van desde el retraso en el plazo de entrega (10 meses hasta el momento) hasta el exceso de ocupación de una parcela municipal de unos 15.000 metros cuadrados, situada en la zona de la ITV y que fue cedida por el Consistorio a la concesionaria del parking para el depósito provisional de tierras y escombros procedentes de la excavación del túnel y que en estos momentos, al margen de duplicar su ocupación, tiene instalada una sofisticada maquinaria especializada en la manipulación de dichos materiales para su posterior comercialización. Además, se han incumplido reiteradamente las normas de seguridad tanto para los trabajadores como para los viandantes, los horarios establecidos para el inicio y finalización de las obras en numerosas jornadas y la información al ciudadano. También se ha modificado el proyecto original, lo que ha supuesto un gasto complementario de cerca de 4 millones de euros, repartidos de la siguiente forma: 419.000 en zonas pavimentadas; 450.000 en drenaje y saneamiento; 109.000 en electricidad y más farolas; 1.500.000 en jardineras, mobiliario, islas ecológicas y soterramiento, además de 270.000 euros de diferencial entre el coste inicial de la fuente de la plaza de España (20.000 euros) y los 290.000 a los ascendió la actual, cuyo funcionamiento está en tela de juicio, mientras que su ostentoso diseño ha levantado numerosas críticas tanto por el volumen que ocupa el vaso de la misma, lo que dificulta el giro de autobuses urbanos y camiones de gran tonelaje, como por la altura de los chorros de agua, que en días de viento salpican con bastante intensidad a los peatones y vehículos que transitan por los aledaños de esta plaza. Tampoco se ha respetado la equivalencia en el número de árboles que debían de haberse plantado para sustituir los más de 200 plataneros arrancados de raíz del bulevar de estas vías o aquellos de mayor edad que se encontraban entre la calle Real y el inicio de Honorio Lozano y que fueron talados en la madrugada del 5 de octubre de 2006 con nocturnidad, alevosía y premeditación.
La chapuza, el dispilfarro, los modificados caprichosos y cuantiosos cuyo verdadero coste esperamos conocer algún día, porque el Ejecutivo tiene la obligación legal y moral de presentar cuentas a sus administrados, han convertido esta obra en algo no deseado por la mayoría de los villalbinos. Tanto es así que a cualquier hora del día, y no digamos de la noche, que uno pase por esta zona se encontrará con un panorama bastante desolador, ya que a la falta de transeúntes se une el de vehículos (sobre todo en la zona de Honorio Lozano), y todo ello se adereza con el cierre de varios comercios que lucen en sus grandes escaparates el letrero de se alquila o se vende sin que, al menos de momento, estos reclamos hayan encontrado ningún tipo de respuesta por parte de los comerciantes locales que no parecen dispuestos a asentarse en una zona que algunos intentaron bautizar alegremente como “la milla de oro del comercio de la Sierra”. Es más, pese al esfuerzo publicitario llevado a cabo por la concesionaria del parking (vallas gigantescas, anuncios en prensa, dípticos, etc.), según hemos podido saber, ello no ha servido para captar nuevos clientes y las previsiones de la empresa están bastante alejadas de aquellos objetivos que se centraban en vender, en esta primera fase, alrededor de 400 plazas de aparcamiento, dejando las 300 restantes como rotatorias. Ni el precio, alrededor de 13.200 euros, ni el hecho de que no se trate de una venta sino de un usufructo por 50 años, ya que dicha transacción se realiza al amparo de una concesión administrativa, ha animado a quienes en un principio parecían interesados en hacerse con una plaza en propiedad. Es más, la mayoría de los residentes en esta zona se han ido acostumbrando a la situación generada por esta larga obra, y pese al recorte realizado por el Ayuntamiento en cuanto al número de plazas de la ORA en dicho entorno, poco a poco han ido encontrado otras alternativas que les permiten dejar estacionados sus vehículos sin riesgo a ser sancionados. Y si a todo esto unimos las tarifas establecidas por la empresa concesionaria para aquellos usuarios que hagan uso de este parking (suponemos que serán las mismas que han fijado en el de la biblioteca municipal, es decir de 2,15 euros/hora, más de 350 de las antiguas pesetas) es fácil predecir que las más de 900 plazas con que cuentan estos dos aparcamientos, el de Batalla de Bailén (túnel) y el de Honorio Lozano (biblioteca), separados por apenas un centenar de metros, van a estar la mayor parte del día vacías. Y eso es lo más grave, porque el Ayuntamiento se ha gastado más de 40 millones de euros en una obra que a priori no tiene visos de poder resolver el problema del tráfico en la zona de la estación, tampoco el del aparcamiento y además no va a ser la pócima mágica capaz de remediar los problemas económicos de los comerciantes aquí establecidos por muchas pantallas informativas que coloquen.
Una hipoteca caprichosa
A tenor de todo no es fácil entender la posición del Ejecutivo presidido por el socialista José Pablo González de defender tan obstinadamente un proyecto que nació sin el respaldo de la mayoría de las fuerzas políticas, ni tampoco de una gran mayoría de la población. Ahí están las numerosas denuncias presentadas por los representantes del Partido Popular, Izquierda Unida y ADEI durante las sesiones plenarias celebradas durante estos tres últimos años, donde reiteradamente sus portavoces han puesto en tela de juicio tanto la conveniencia de esta macro-obra como el desarrollo de la misma; ahí están, en el cesto de los papeles de los despachos de aquellos que rigen los destinos de este municipio, las 4.000 firmas de otros tantos villalbinos que pidieron un referéndum ciudadano antes de aprobar este proyecto; ahí están las dos manifestaciones promovidas por colectivos y vecinos de esta localidad, apoyadas unánimemente por los tres partidos de la oposición, en las que se repudiaba este proyecto; y ahí están los más de 40 millones de pueden hipotecar durante muchos años la economía de esta ciudad.
Sin ánimo de ponernos medallas y sólo a título informativo, les reproducimos parcialmente el editorial publicado por El Faro del Guadarrama el 16 de diciembre de 2005, con motivo de la presentación de dicho proyecto en el caserón de Peñalba. Bajo el título Unas cuantas preguntas, decíamos: “La aprobación esta semana del proyecto de construcción de un parking subterráneo en Honorio Lozano y la remodelación de esta importante vía de Collado Villalba culmina por el momento un proceso que ha provocado numerosas críticas entre los grupos de la oposición y los propios vecinos. En un acto celebrado el pasado lunes, el alcalde José Pablo González, consciente de alguna manera de que lo peor en cuanto a quejas aún está por llegar, convocó a grupos políticos, asociaciones, comerciantes y peñas a un acto en el que se presentó el proyecto; también recibieron invitación algunos vecinos de Honorio Lozano, aunque no todos, y en este punto cabe preguntarse qué sentido tiene que estén presentes determinados colectivos y no quienes van a verse afectados de manera directa durante al menos año y medio... El regidor intentó responder a cuatro preguntas básicas acerca de esta actuación que no pocos consideran faraónica: qué, cómo, cuando y por qué; el primer interrogante lo dejó a los responsables de la empresa que ha realizado el proyecto. El resto trató de responderlos recurriendo a frases grandilocuentes (la vertebración de la ciudad este-oeste) y la dignidad que conlleva cumplir las promesas electorales).
Sin embargo a estas preguntas habría que añadir otras...¿Es necesario vincular el parking de Honorio Lozano al de la biblioteca municipal? ¿De verdad se consiguen reducir tantos costes al figurar en un mismo paquete? Si acabar con los problemas de aparcamiento es una de las razones que justifican el proyecto, ¿por qué no se abre de manera urgente el mencionado parking de la biblioteca? ¿Cuál va a ser el coste de los trabajos de mantenimiento y conservación de las instalaciones? ¿En que va a consistir el plan de tráfico que se pondrá en marcha para evitar el previsible caos circulatorio? ¿De qué manera se va a compensar a los comerciantes por los perjuicios que sufrirán sus negocios?. Tres años después, la mayoría de estas preguntas siguen sin contestación mientras la obra sigue cerrada a cal y canto.