Editorial

El cierre norte de la M-50

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
La Comunidad de Madrid presentó ayer el proyecto para cerrar la M-50 por el norte, una complicada actuación que se desarrollaría a lo largo de casi 33 kilómetros y que incluiría la construcción de tres túneles, uno de ellos (de nada menos que 10 kilómetros) atravesando el Monte del Pardo. Una actuación que ha sido censurada por los colectivos ecologistas y grupos de la oposición, que no creen que sea la solución para los atascos en la A-6 y especialmente la A-1. El Ejecutivo regional defiende su propuesta argumentando que existen estudios que avalan la imposibilidad de que las citadas carreteras (así como la M-40) puedan hacer frente al incremento del tráfico, por lo que apuesta por una alternativa transversal que consiga cerrar de manera definitiva la M-50. En todo caso, y aunque aún se hablará mucho acerca de este tema, la creación de esta vía, denominada M-61, deberá ser extremadamente respetuosa con el medio ambiente, máxime teniendo en cuenta que discurrirá bajo uno de los enclaves más importantes de la región desde el punto de vista del entorno natural, el Monte del Pardo. El ejemplo reciente del desdoblamiento de la M-501 ha de servir precisamente para hacer justamente lo contrario de lo que se hizo en este caso: es decir, que ahora no puede valer de ningún modo tomar atajos y saltarse los informes medioambientales. Es difícil no coincidir en que es necesaria una solución para aliviar la situación en la A-1 y la A-6, pero también conviene dejar claro desde el principio que esto no puede hacerse a cualquier precio.