El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Una de las primeras decisiones del nuevo Ejecutivo será decidir si da el visto bueno a la participación de funcionarios españoles en Eulex, la misión de la Unión Europea para Kosovo
La misión en Afganistán no es la única que debe revisar el Gobierno. Una de las primeras decisiones del nuevo Ejecutivo será decidir si da el visto bueno a la participación de funcionarios españoles en Eulex, la misión de la Unión Europea para Kosovo, integrada por 2.000 policías, jueces y aduaneros. El pasado 19 de diciembre, en el pleno del Congreso, José Luis Rodríguez Zapatero anticipó que España estaba dispuesta a participar en Eulex con un "número reducidísimo" de funcionarios, "no más de 15 o 20", y enmarcó la decisión en el "cumplimiento de sus compromisos en el ámbito de la UE".
En realidad, la intención española es traspasar a Eulex los 15 agentes -ocho guardias civiles y siete policías- ahora adscritos a la UNMIK, la misión de Naciones Unidas que en junio dejará paso a la operación dirigida por el general francés en la reserva Yves de Kermabon.
La diferencia entre ambas es, sin embargo, sustancial. La primera fue establecida en 1999 por la resolución 1244 del Consejo de Seguridad de la ONU, que incluye el respeto a la integridad territorial de Serbia. Es la misma que legitima la presencia en Kosovo de los 16.000 soldados de la OTAN (Kfor); entre ellos, 600 españoles.
La segunda fue lanzada por la UE el 16 de febrero, sólo un día antes de la declaración unilateral de independencia, con el objetivo de construir "un Estado de derecho" en la antigua provincia serbia. "¿Cómo vamos a contribuir a construir un Estado, aunque sea de derecho, que no reconocemos?", se preguntan los expertos.