Redacción | Miércoles 22 de octubre de 2014
La corrida de toros denominada de corte artista celebrada el pasado sábado, 28 de enero, en el Palacio Vistalegre de Madrid fue un fracaso. Por un lado, los diestros actuantes, Manuel Amador, Antón Cortés y Álvaro Justo, estuvieron muy por debajo de lo que se esperaba, y luego la corrida de Buenavista, exceptuando un toro, resultó sosa y descastada. Las 6.000 personas que se dieron cita en el coso madrileño salieron decepcionadas.
No es cuestión de que toreros estilistas se peguen arrimones, pero sí hay que pedirles una actitud distinta. Amador y Cortés estuvieron sin sitio y sin ganas (lo de Antón ya resulta hasta muy preocupante). Justo se llevó el toro de la tarde, el tercero, un animal con pies y movilidad al que nunca le cuajó, limitándose a ponerse bonito. Ante el sexto, el torero estuvo desconfiado.