Redacción | Miércoles 22 de octubre de 2014
El domingo 16 de marzo quedó inaugurada la recién creada Escuela Taurina de Moralzarzal. Al tratarse de una clase práctica se lidiaron becerros que fueron donados por sus propietarios, no actuaron banderilleros y hubo un director de lidia para ayudarlos. En general fue un festejo amable y entretenido donde se cortaron muchas orejas a cargo de los protagonistas, unas con más peso que otras.
Por encima del manejable juego del ganado hay que destacar los becerros de las divisas de Ángel Luis Peña, Carmen Segovia y Elisa Lucero.
Entre los novilleros, el que mejor quiso hacer el toreo puro y pausado a pesar de su bisoñez fue el francés Mateo Julián, que paseó dos orejas. Idéntico balance que el cosechado por Miguel de Pablo, al que se le vio despierto, con la mente despejada y llegó mucho al tendido.
También cortó dos trofeos y puntuó Alvaro Montalvo, y gustó “Cotola”, mientras que Borja Antón paseó un apéndice. Con el peor añojo, Julián Guerra dejó ver sus carencias.