El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Esto no hace más que alimentar la hipótesis de la intencionalidad de la explosión debido a una inquilina deshauciada.
Los especialistas han encontrado restos de combustible, que podría ser gasolina, en el piso de Barcelona donde el lunes se produjo una explosión mortal, lo que da cada vez más verosimilitud a la hipótesis que apunta a que la explosión fue provocada por la inquilina que iba a ser desahuciada.
Según han informado fuentes cercanas al caso, los análisis científicos llevados a cabo por los especialistas han detectado la presencia de restos de combustible esparcidos por el piso primero tercera del número 139 de la calle de Andrade de Barcelona, donde el lunes se produjo la explosión en la que fallecieron tres personas.
Este hallazgo avala, según las mismas fuentes, la tesis de que fue la propia inquilina, Anna M.P., quien provocó la explosión ante la inminencia de su desahucio, previsto para el lunes por la mañana.
La propia Anna M.P. afirmó el viernes en una carta publicada en El Periódico de Catalunya que estaba "desesperada" ante su inminente desahucio, promovido por los propietarios del inmueble, su hermana y su cuñado.
Tras detectar los restos de combustible, los técnicos especialistas investigan ahora cómo se produjo la explosión, ya que ya se descartó que hubiera habido una concentración de gas natural debido a un problema en el sistema de canalizaciones.
Por otra parte, fuentes cercanas a la investigación han indicado que dan por "muy probable" que la propia Anna M.P. sea una de las tres víctimas mortales, aunque la certeza absoluta de este extremo no se tendrá hasta que en los próximos días se tenga el resultado de las pruebas del ADN practicadas a los cadáveres, que quedaron totalmente carbonizados.
Al parecer, según las mismas fuentes, los otros dos fallecidos serían dos hermanos que vivían en el piso contiguo, el primero cuarta. Se trata de una mujer de poco más de 30 años y un hombre de más de 20. El tercer hermano sobrevivió porque cuando se produjo la explosión ya se había ido al trabajo, mientras que su madre permanece herida grave con quemaduras de segundo grado en las manos.
El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, ha pronosticado que los casi 90 vecinos desalojados tras la explosión de ayer no podrán regresar a sus casas "en semanas", ya que antes se tiene que asegurar y reformar el edificio y restablecer los servicios de agua, gas y luz.