El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
La Consejería de Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid ha cerrado el viejo intercambiador de Moncloa, que data de 1995, para someterlo a los trabajos de renovación previstos. Las obras comienzan una vez que ya se han incorporado todas las líneas de autobús a la parte nueva, que se encuentra funcionando a pleno rendimiento. El consejero de Transportes e Infraestructuras, Manuel Lamela, ha visitado estos trabajos que, según ha anunciado, estarán finalizados "antes de que acabe el año". Esta segunda fase de las obras del intercambiador cuenta con un presupuesto de 16,5 millones de euros, incluido en el coste del proyecto de Moncloa.
Las instalaciones existentes se remodelarán en un plazo de 9 meses, añadiendo 14 dársenas a las 20 nuevas inauguradas. Ambas infraestructuras, tanto la nueva como la vieja, contarán con las mismas condiciones, como sistemas de braille para ciegos, caminos guiados o asientos especiales y ascensores para personas con movilidad reducida, gran luminosidad y dársenas de autobuses tipo aeropuerto. Podrán situarse alrededor de siete líneas.
En estos momentos, los trabajos se están centrando en el desmontaje del mobiliario, instalaciones y revestimientos del interior del intercambiador antiguo. En los próximos días comenzarán las obras de remodelación del antiguo túnel de salida, que se mantendrá para emergencias y usos puntuales.
Las instalaciones del intercambiador se inauguraron en 1995 con 1.600 expediciones diarias de autobús y en la actualidad se superan las 4.800 expediciones. La demanda actual de viajeros alcanza la cifra de 125.000, "datos que sin duda muestran la necesidad de acometer la ampliación y reforma de Moncloa", ha indicado Lamela. La Comunidad ha triplicado la capacidad del intercambiador con las instalaciones inauguradas el pasado mes de febrero, que han eliminado de la zona alrededor de 5.000 autobuses en superficie.