El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
En la primera vuelta de las municipales francesas, la izquierda supera a la derecha
"No ha sido un maremoto, pero sí una derrota clara" admitía ayer por la noche un diputado conservador. En efecto, comparado el escrutinio con las municipales de 2001, la UMP, el gran partido de la derecha en el poder, pierde siete puntos mientras que la izquierda gana 2,5. En resumen, los electores han privilegiado castigar al gobierno sin premiar a la oposición.
Si los socialistas progresan es, en parte, gracias una participación más alta -tres puntos más- mientras que la UMP paga el fracaso -relativo- de su tentativa de convertirse en partido único de la derecha a base de fagocitar a los centristas. Estos, agrupados bajo la etiqueta Mouvement Democrate, (MoDem) han obtenido el 4,5% de los votos a pesar de sólo presentar candidatos ante el 18% del censo. El MoDem tiene la llave de diversas ciudades importantes: Saint-Etienne, Pau, Mulhouse, Toulouse, Marsella, etcétera. De su decisión de mantenerse, o no, en la segunda vuelta, depende a veces que el alcalde sea del PS o de la UMP. Y en caso de Pau, que pueda ser el propio líder del partido, François Bayrou.
En las grandes ciudades la UMP retrocede. Bertrand Delanoë parece muy bien colocado para imponerse de nuevo en París; en Lyón, el socialista Gérard Collomb ha sido reelegido desde la primera vuelta; en Lille, la también socialista lo será el próximo domingo mientras que en Nantes el PS gana de nuevo.
En Estrasburgo, que estaba en manos de la UMP, todo indica que el nuevo alcalde será el socialista Rolland Ries. En Toulouse, el candidato socialista tiene una buena reserva de votos (verdes, centristas, etc), mientras que el de la UMP no tiene nadie a su derecha. Toulouse pasaría a la izquierda después de 37 años. En Marsella los dos candidatos principales llegan a la segunda vuelta empatados y el UMP Jean-Claude Gaudin corre un serio peligro.
Para la derecha el resultado es malo pero no catastrófico. Alain Juppé ha sido reelegido sin problemas en Burdeos, precisamente porque ha sabido darle a la consulta electoral un carácter local y ha renunciado por fin a sus ambiciones ministeriales. Conservan ciudades como Le Havre y pueden ganar Angers pero están en fase de perder una treintena de localidades de más de 30.000 habitantes: Auxerre, Rodez, Caen, Chalon-su-Saône, Perigueux, Reims, Le Mans, etc.
Nicolas Sarkozy, que el pasado mes de enero, veía estas elecciones como "un reto nacional" y se decía dispuesto a participar en ellas, envió ayer a ministros y diputados a defender ante todos los micrófonos que se trataba de una consulta estrictamente local y que no iba con él. Pero algunos diputados y alcaldes de la UMP empiezan a inquietarse porque estiman que es la impopularidad del presidente la que destiñe sobre ellos. Reclaman mayor protagonismo, que el presidente se circunscriba a sus funciones y que se dé por terminada la aventura de la obertura a izquierda.
La extrema derecha, el Front National (FN), ha proseguido su viaje a los infiernos. Marine Le Pen, hija del veterano líder de la formación ultraderechista, aspiraba a hacerse con la alcaldía norteña de Henin-Beaumont pero un 28% de los sufragios hacen imposible su elección. Y en los antiguos feudos del FN, es donde la UMP gana con mayor comodidad.
Queda la incógnita del MoDem. La UMP, en su voluntad de convertirse en partido único de la derecha, envía a los centristas entre los brazos de la izquierda. Pero el valor del MoDem depende de su capacidad para servir de bisagra real, a derecha o a izquierda. Durante esta semana veremos cuál es su habilidad maniobrera en las distintas ciudades en que sus votos pueden ser decisivos.