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Acusaciones cruzadas entre Libia e Israel en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Es por la crisis de seguridad en la franja de Gaza. Además quedó sin condena el ataque palestino que, ayer, se cobró la vida de 8 israelíes.

El Consejo de Seguridad de la ONU ha sido esta madrugada incapaz de acordar una condena del sangriento atentado de ayer en una escuela talmúdica de Jerusalén, en el que perdieron la vida ocho estudiantes a manos de un pistolero palestino, que también fue abatido. Los miembros del Consejo fracasaron a la hora de elaborar un texto de condena ante la insistencia de algunos países de que se incluyera a los civiles palestinos muertos por las acciones militares israelíes en Gaza. El presidente de turno del máximo órgano de la ONU, el embajador ruso Vitaly Churkin, ha expresado a la salida de la reunión convocada con carácter de urgencia su pesar por las disensiones en el seno del Consejo.

"Solamente me queda lamentar que el Consejo de Seguridad no haya podido acordar una declaración sobre lo sucedido en Jerusalén, unos por un lado querían concentrarse en lo que ha sucedido hoy y otros querían que se reflejara un panorama más amplio", ha relatado al término de la reunión. El texto sobre la mesa del Consejo sólo condenaba el atentado de ayer.

El embajador adjunto de Libia, Ibrahim Dabbashi, país que desde el pasado enero forma parte del Consejo, ha explicado que varios países ha insistido en que se agregara a los palestinos muertos en la declaración de condena. "Para nosotros, la pérdida de vidas humanas es la misma", ha dicho el diplomático, que a calificado a Israel de "régimen terrorista".

Fuentes diplomáticas han indicado que Churkin ha propuesto una fórmula de compromiso por la que el texto haría referencia a todas las muertes ocurridas en la región, pero el representante libio la ha rechazado. El embajador de EE UU ante la ONU, Zalmay Khalilzad, se ha negado a equiparar las víctimas del atentado de Jerusalén con las decenas de civiles muertos en los ataques israelíes contra el movimiento islámico Hamás en Gaza.

Un Consejo "infiltrado por terroristas"

Dan Gillerman, el embajador de Israel ante la ONU, aunque sin presencia en el Consejo, ha dedicado palabras duras a Libia, al que se ha referido como el país responsable del atentado de 1988 contra el vuelo de la Pam Am 103 sobre la localidad escocesa de Lockerbie, donde murieron 270 personas. "Desgraciadamente, esto es lo que pasa cuando el Consejo de Seguridad está infiltrado por terroristas", ha dicho, en referencia al fracaso de ese organismo para condenar la muerte de los ochos israelíes ayer.

"Ir a una escuela y matar estudiantes, en nuestra opinión, no es lo mismo que la muerte de civiles en operaciones militares, en las que el objetivo no es la población civil", ha dicho. La ausencia de una declaración de condena "hace que uno se pregunte qué hace nuestro país aquí en este edificio".

La incapacidad de nuevo del Consejo de Seguridad en acordar una posición sobre la violencia en Oriente Próximo ha hecho que los embajadores de Costa Rica, Jorge Urbina, y Panamá, Ricardo Alberto Arias, expresaran por su lado la condena de sus países a lo sucedido en Israel. La reunión de urgencia de hoy es la segunda que convoca el Consejo de Seguridad en menos de una semana, lo que demuestra la grave situación por la que atraviesa Oriente Medio y el delicado estado del proceso de paz impulsado el año pasado por Washington.

El Consejo tampoco se puso de acuerdo el pasado sábado respecto a una resolución presentada por Libia en la que se condenaba la muerte de civiles a manos de los israelíes. Aunque en esa ocasión, Churkin leyó una declaración de condena al aumento de la violencia entre palestinos e israelíes a causa de la ofensiva hebrea para terminar con los bombardeos de su territorio desde Gaza.

El atentado contra la escuela talmúdica había sido condenado horas antes por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien manifestó su temor a que se profundice la espiral de violencia en la región. La portavoz de la organización, Marie Okabe, aseguró que "el secretario general está profundamente preocupado por la posibilidad de que los continuados actos de violencia y terrorismo socaven el proceso político" para llegar a un acuerdo de paz entre Israel y la Autoridad Nacional Palestina. El atentado más grave sufrido por Jerusalén desde 2004 aún no ha sido reivindicada por ningún grupo de forma fiable, aunque Hamás ha manifestado su alegría por esta "reacción a los crímenes de la ocupación israelí" y la muertes de palestinos en Gaza.