Youness Laktarni, saludando al tercer clasificado, Israel García (Foto: E. P.)
ATLETISMO / II Media Maratón Villa de Collado Villalba
949 atletas acabaron una carrera elogiada por el histórico Paco Perela y por una gran mayoría de los participantes
JAIME FRESNO | Miércoles 22 de octubre de 2014
Youness Laktarni sacó de punto a todos en Collado Villalba. Apenas superado el kilómetro 4, en el carril bici de la Dehesa Boyal, a la altura del Colegio Vázquez Díaz, el marroquí se deshizo del toledano Israel García, el único capaz de aguantar el pasodoble del norteafricano afincado en Valladolid. Laktarni se fue en solitario por pura cadencia. La imagen de su despegue recordó a las selecciones naturales que se preparan en los puertos alpinos del Tour de Francia: el perseguidor cede un par de metros, y esa distancia abre una brecha psicológica que se torna en irrecuperable. Israel García, experto, no entró al trapo y dejó ir a Laktarni para no disparar sus pulsaciones, pero no debió calibrar bien las exigencias de la prueba, visto su hundimiento posterior. El nuevo campeón de la Tragamillas inició allí, subiendo al casco viejo villalbino, un recital de 17 kilómetros en solitario.
A diferencia del pasado año, cuando su compatriota Abdeslam Rahmouni pagó los esfuerzos extra y sepultó más de medio minuto de renta tras escaparse en la misma zona, Laktarni funcionó como un reloj suizo. Se exigió ir a 3:25 minutos por kilómetro y lo cumplió. Como diría un organizador, “éste puso la máquina a tanto el kilómetro, y a correr”. Total, cuatro segundos menos que el ritmo de Héctor Carmona el pasado año, si bien el trazado de 2007 presentaba una segunda mitad de carrera algo más dura, en opinión del Tragamillas.
Por detrás, Israel García hacía de puente, seguido de un selecto grupo en el que figuraban hombres como Luis Javier Colmenarejo, el segoviano Ramón García de los Huertos, o el guadarrameño Salva Díaz Barranco, al que apoyaba desde la bicicleta su amigo y compañero de entrenamientos, José María Rodríguez Josito. Ese orden de carrera quedó estabilizado tras la subida por Peñalba y el paso por el Camino de la Fonda, no así la diferencia de Laktarni, que iba in crescendo.
Ya en Romacalderas, a la altura del kilómetro 14, la diferencia del marroquí era definitiva. Mientras sus perseguidores entraban en el parque, el a la postre ganador ya enfilaba Cañada Real y la subida al puente de la Hidroeléctrica. Fue en esa zona donde Israel García dio los primeros síntomas de desfondamiento; y donde Salva Díaz Barranco, generoso en el esfuerzo hasta entonces, tuvo que abandonar a causa del flato. Emergió allí la figura de García de los Huertos, cuya táctica de guardar fuerzas en la primera mitad de carrera le reportó un brillante tramo final. El segoviano superó a Israel García para acabar segundo, a 2:12 minutos de Laktarni. El marroquí estableció un nuevo récord de la prueba con 1:12:05 horas, 1:17 minutos menos que el registro de Carmona, aunque el cambio de recorrido con respecto a 2007 aconseja no establecer comparaciones de gran rigor. Sí quedó claro que Laktarni fue muy rápido y que su estilo de carrera, con el balanceo de brazos en ángulo recto y el tronco perpendicular al suelo, explica por qué el marroquí de Valladolid es capaz de correr el 1.500 por debajo de los 3:35 minutos, y las razones de su gran progresión en los últimos dos años en las populares de media distancia.
Por detrás del podio, llegaron clásicos como Luis Javier Colmenarejo, séptimo con 1:16:23 horas, o el primer serrano de la Tragamillas, el atleta del Guadarrama Togasa, José María Gómez Santero (11º). Mario Sanz, 21º, fue el primer clasificado del club organizador, el Mesón Castillo. En categoría femenina, María José Zazo se impuso rebajando en casi tres minutos el registro realizado por Marta Najarro en 2007 para dejarlo en 1:33:58 horas. Dignas de mención fueron también las extraordinarias actuaciones del primer veterano, José María Cámara, cuarto en la clasificación absoluta con 1:14:37, y de Daniel Sahornil, el primer junior de la Tragamillas con 1:19:01.
La participación de la Media Maratón de Collado Villalba superó finalmente los 1.200 corredores, unos 400 más que el año pasado. 949 atletas, por los 727 de 2007, cubrieron la totalidad del trazado de una carrera que sólo presentó el lunar de la falta de control policial en la Calle Real. Al menos, los primeros clasificados tuvieron que esquivar coches debido a la falta de coordinación policial. Un detalle ajeno a la organización fue el escaso seguimiento del público en las calles y parques, aunque ese dato fue compensado en la Ciudad Deportiva, donde unas 700 personas vieron en directo la llegada.
El fundador de los clubes Mapoma y Rodper, el histórico Paco Perela, elogió en la llegada a la organización y aseguró que “han sabido pulir los pequeños errores del año pasado”. Perela aconsejó que la Tragamillas “debe ir creciendo poco a poco” y que debe seguir manteniendo el modelo de carrera popular. “No conviene que nadie venga a servirse de ella a base de traer atletas de élite”. Palabra del gran propulsor de la Maratón de Madrid.