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Colombia tiene documentos que vinculan a Correa con las FARC

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Ecuador expulsa al embajador colombiano en Quito y refuerza su frontera con el envío de más tropas

Bogotá ha pedido explicaciones a Ecuador por la supuesta vinculación, que ha sacado a la luz unos documentos incautados por la Inteligencia Militar colombiana, entre el Gobierno del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). La exigencia colombiana llega poco después de que el Gobierno ecuatoriano, aliado estratégico de Hugo Chávez, decretase la ruptura definitiva de las relaciones con el país vecino al ordenar la expulsión inmediata del embajador colombiano en Quito y decidir reforzar su frontera con el envío de más tropas.

En plena crisis desatada en el triángulo formado por Venezuela, Colombia y Ecuador, el Ejecutivo de Álvaro Uribe ha asegurado que tiene al menos dos documentos “tremendamente reveladores” que demuestran la existencia de “vínculos” entre Rafael Correa y los guerrilleros de las FARC. Los documentos han sido encontrados dentro de los tres ordenadores incautados al guerrillero asesinado el pasado sábado, Raúl Reyes, y vinculan al presidente ecuatoriano, Rafael Correa, con la guerrilla de las FARC, según ha informado el director de la Policía de Colombia, Óscar Naranjo.

Los documentos, que se pueden consultar en la página web del diario colombiano El Tiempo, revelan que Reyes se habría reunido con un “emisario” del presidente Correa, con su ministro de Seguridad, Gustavo Larrea, quien le habría manifestado el interés por tener una reunión con el Gobierno ecuatoriano, que buscaba “oficializar la relación con las FARC”.

Según ha explicado Naranjo, el emisario del Gobierno le ofrecía a las FARC transporte a Quito porque Correa deseaba hablar de “canje humanitario” entre secuestrados por las FARC y guerrilleros presos en Colombia, además de acciones de coordinación en la frontera común. Los documentos, fechados el 18 de enero, señalan asimismo que el ministro ecuatoriano manifestó a los rebeldes que la política de su país era “negarse a participar en el conflicto interno colombiano con apoyos al Gobierno de Uribe”. Del presidente colombiano, los textos encontrados señalan que para el Ejecutivo ecuatoriano Álvaro Uribe es “peligroso para la región” y le consideran “un representante de la Casa Blanca”.

Ecuador expulsa al embajador colombiano

Ecuador, a través de su viceministro de Defensa ecuatoriano, Miguel Carvajal, se ha apresurado a desmentir esta información. Ha calificado de “patraña” estos supuestos vínculos y ha declarado que no sabe de dónde “sacan eso”.

Pero más allá del cruce de declaraciones, que ha sido una constante desde el pasado sábado, Quito ha tomado medidas y ha puesto las relaciones entre ambos países en su peor momento. El Gobierno ecuatoriano ha decretado esta madrugada (hora española) la ruptura definitiva de relaciones con Colombia. El presidente ecuatoriano ha decidido retirar a su embajador de Bogotá, Francisco Suéscum, y ha ordenado la expulsión del colombiano en Quito, Carlos Holguín.

Nada más aterrizar en Quito procedente de Bogotá, el diplomático Francisco Suéscum ha calificado de “hecho de guerra” el ataque militar colombiano. En declaraciones a los periodistas, el ex embajador en Colombia ha dicho que “la masacre es un hecho bárbaro, un hecho de guerra, un hecho en contra de la paz, de la vida y de los derechos humanos”.

Por su parte, en un mensaje televisado a la nación, Correa arremetió contra Uribe al afirmar que Colombia bombardeó su territorio y “masacró” al grupo de guerrilleros mientras dormían. Además, en sintonía con el Ejecutivo de Chávez, el presidente ecuatoriano ha ordenado reforzar su frontera con Colombia con el envío de más tropas.

También Quito estudia presentar una demanda contra Colombia en la Corte Internacional de Justicia de La Haya por el uso del herbicida “glifosato” en las fumigaciones antidrogas aéreas en plena línea divisoria entre ambos países. Según Ecuador, el glifosato no sólo ha destruido plantaciones de coca y amapola en el lado colombiano, sino que, acarreado por el viento, ha causado “daños irreparables” a poblaciones y al medio ambiente del lado ecuatoriano.