El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
El 25 de febrero de 1983 se firmó en el castillo de Manzanares el Estatuto de Autonomía de la Comunidad de Madrid, hecho que ayer se conmemoró en este mismo escenario. 25 años que han dado para mucho, hasta llegar a la actual situación en que la región se ha situado como auténtico motor del desarrollo en España. A diferencia de otras comunidades, con Cataluña a la cabeza, Madrid se ha caracterizado en este tiempo -salvo en momentos muy puntuales- por mantener alejado el debate acerca de la reforma estatutaria, hecho que ha contribuido a reforzar su estabilidad, manteniendo este tema al margen de las habituales disputas políticas.
Sin embargo, una vez llegados a este vigesimoquinto aniversario, quizá convenga abrir un periodo de reflexión acerca de aquellas cosas que se pueden mejorar. Con las transferencias en Educación y Sanidad transferidas a las comunidades autónomas, el siguiente paso quizá haya que buscarlo en materia de comunicaciones y transporte. Sólo de esta manera se podrían desbloquear problemas como los que actualmente afectan a la Red de Cercanías en algunos puntos de la región. Más complejo resulta adentrarse en materia de seguridad, aunque el modelo de las BESCAM puede hacer replantearse la necesidad de contar con una policía autonómica. En este contexto cabe hablar del déficit de guardias civiles en la Sierra, y como ejemplo se presenta esta semana el de Guadarrama, en donde la prometida ampliación por parte de la Delegación del Gobierno se va a traducir al parecer en un único efectivo que se incorporará próximamente al cuartel de la Benemérita en esta localidad. Un incremento que se antoja insuficiente para atender las necesidades de una población creciente, que en los fines de semana se puede duplicar. Y lo mismo cabe decir de otros municipios de la comarca como Valdemorillo, San Lorenzo de El Escorial o Galapagar.