Sociedad

Raúl Castro presidente de Cuba y promete 'continuar con la revolución'

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Seguirá consultando a Fidel Castro 'todas las decisiones trascendentales'

El Parlamento cubano ha elegido como sucesor de Fidel Castro a su hermano Raúl, quien ha prometido "asegurar la continuidad de la revolución". Se cumplen pues las previsiones sin sorpresas.

El general, de 76 años y presidente interino durante los últimos 19 meses, ha sido nombrado nuevo presidente del Consejo de Estado, para suceder así en ese cargo a su hermano, de 81. José Ramón Machado Ventura, médico de 77 años, es el nuevo primer vicepresidente de la cúpula cubana, en la que prácticamente sólo ha cambiado Fidel Castro.

Raúl Castro, presidente interino durante los últimos 19 meses, pronunció un discurso vestido de civil en el quiso remarcar que la decisión de su hermano "asegura la continuidad de la revolución" en la isla.

A continuación, pidió (y obtuvo) permiso de la Cámara para que "las decisiones trascendentales para el futuro del Estado, como la defensa, la política exterior y el desarrollo socioeconómico" fuesen consultadas con su hermano, el histórico dirigente cubano. La cámara contestó a la petición con una interminable ovación.

A su vez, el nuevo jefe de Estado cubano ha elegido al general Julio Casas Regueiro ministro de las Fuerzas Armadas de Cuba, puesto que ocupó anteriormente el propio Raúl.

En su discurso de asunción ante la Asamblea Nacional, el nuevo jefe de Estado de la Isla anunció que su prioridad será satisfacer las necesidades básicas de la población y anunció que el Gobierno está ya examinando "la progresiva, gradual y prudente revaluación del peso cubano".

También anunció una reestructuración de la Administración, con una reducción de los organismos del Estado y una mejor distribución de funciones, así como una batalla contra "gratuidades" y subsidios que son "irracionales e insostenibles".

Un gobierno más 'eficiente'

"En resumen, tenemos que hacer más eficiente la gestión de nuestro Gobierno", indicó el sucesor del líder de la revolución, Fidel Castro, quien el martes pasado anunció que renunciaba a seguir siendo presidente y comandante en jefe por razones de salud.

Otro de los objetivos de Raúl Castro, que encabezaba la lista única de candidatos a integrar el Consejo de Estado los próximos cinco años presentada a la Asamblea Nacional, es mejorar la calidad de vida de los cubanos.

"El país tendrá como prioridad satisfacer las necesidades básicas de la población, tanto materiales como espirituales, partiendo del fortalecimiento sostenido de la economía nacional y de su base productiva, sin lo cual, repito una vez más, sería imposible el desarrollo", advirtió.

"Constituye hoy un objetivo estratégico avanzar de manera coherente, sólida y bien pensada hasta lograr que el salario recupere su papel y el nivel de vida de cada cual esté en relación directa con los ingresos que recibe", agregó.

Aperturismo en lo económico

Respecto a un cambio en la política monetaria del país, que hoy tiene dos monedas, una convertible en divisas y otra que se usa para pagar a los cubanos y vale 24 veces menos que la primera, el hermano menor de Fidel Castro advirtió que debe hacerse con "un enfoque integral" para evitar "efectos traumáticos e incongruencias".

Este mensaje aperturista en lo económico de Raúl Castro no tuvo parangón en el terreno político, y además contrastó con la ratificación por la Asamblea Nacional de toda la vieja guardia del régimen y por la confirmación de que Fidel Castro, de 81 años, seguirá siendo el guía de los destinos de Cuba.

En sus primeras palabras, Raúl Castro afirmó que el comandante en jefe de la revolución sigue siendo Fidel, al que calificó como "insustituible", y que solo el Partido Comunista es digno heredero suyo, como "fuerza dirigente superior".

Durante los últimos meses, Raúl Castro ha estado insistiendo en la necesidad de hacer reformas estructurales, aunque sin abandonar el régimen socialista, y se declaró crítico con el "exceso de prohibiciones" que hay en la isla.

Nombramientos

Serán vicepresidentes del Consejo de Estado Carlos Lage, Juan Almeida, Esteban Lazo, Abelardo Colomé Ibarra y Julio Casas Regueiro, todos ya dirigentes conocidos del régimen, y el secretario será José Miyar Barruecos.

Anteriormente, Ricardo Alarcón fue reelegido como presidente del Parlamento cubano. Jaime Crombet Hernández-Vaquero fue asimismo ratificado vicepresidente de la Asamblea Nacional, mientras Miriam Brito fue propuesta como secretaria de ese órgano, informa el diario oficial Granma.

Raúl Castro, único general de grado máximo Cuba, afirmó que la Asamblea acordó considerar la composición del Gobierno "en una futura sesión en el transcurso del presente año", no para hacer nombramientos sino para realizar cambios que resultan necesarios.

Es la primera transición en el liderazgo cubano desde que los Castro derrocaron al dictador Fulgencio Batista el 1 de enero de 1959 y el mensaje es diáfano: todo sigue igual.

Asistieron a la sesión de la Asamblea 597 de los 614 diputados elegidos el pasado 20 de enero, casi todos militantes o simpatizantes del Partido Comunista.

El voto de Fidel

Al principio de la sesión parlamentaria, los diputados José Miguel Miyar Barruecos y Carlos Valenciaga fueron designados para recoger el voto del convaleciente líder cubano, Fidel Castro, y llevarlo a la sesión de la Asamblea Nacional.

Esos dos parlamentarios fueron escogidos para que "visitaran al compañero Fidel, para validar su certificado de elección como diputado, tomar su juramento y trasladar la boletas correspondientes para que ejerza su derecho al voto", explicó la presidenta de la Comisión Electoral, María Esther Reus.

El líder cubano manifestó su deseo de que en la Asamblea hubiese un "voto unido" -por todos los candidatos-. Cuando Reus inició la sesión a las 10.00, hora local (16.00, hora española) del domingo, al pasar lista a los diputados citó en primer lugar a Fidel Castro, y toda la sala se puso en pie y le tributó una ovación.

La actividad en las calles de La Habana durante toda la jornada ha sido la misma de cualquier domingo, salvo en torno al Palacio de Convenciones.