Paola F. López | Miércoles 22 de octubre de 2014
Uno de los humedales que se conservan en Colmenarejo, el arroyo de La Peraleda y su entorno natural, está siendo objeto de una agresión ambiental de grandes proporciones. Además del desbroce de la vegetación de ribera, el propio cauce está resultando perjudicado por el paso de maquinaria pesada y la acumulación de vertido de tierras.
Como han denunciado vecinos del entorno, desde hace semanas estas máquinas están despejando de vegetación y allanando el terreno donde anualmente se embalsa el arroyo, proporcionando abundante alimento a las colonias de cigüeñas que suelen anidar en estas dehesas. Ante esta situación, los vecinos se han puesto en contacto con ecologistas para confirmar los daños causados en el cauce y en la vegetación. Incluso, aseguran, “los movimientos de tierras han embalsado agua y han desviado parcialmente el cauce”. Todo esto se ha producido en zona de policía (margen de protección de todo río o arroyo). Ante esta actividad en la mencionada zona de dominio público hidráulico, cabe confirmar que las obras cuenten con el preceptivo permiso de la Confederación Hidrográfica del Tajo. Estas actuaciones, como ya informó la semana pasada El Faro, corresponden a los trabajos de que se están realizando en las parcelas que el Ayuntamiento ha vendido a 15 familias de la localidad. Parcelas de 250 metros cuadrados, que se han adjudicado por precios cercanos a los 20.000 euros, para que los adjudicatarios se construyan sus propias viviendas sociales.