El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
La Comunidad de Madrid presentaba ayer de manera general las tres propuestas que maneja para el trazado de la futura M-65, radial que serviría como alternativa a la A-6 y que en general aprovecharía distintos corredores de carreteras regionales como la M-509, la M-503 o la M-600. A falta de concretar estas ofertas, que salen de un concurso internacional de ideas convocado por el Ejecutivo autonómico el pasado mes de noviembre, lo que tienen en común es que todas afectarían en mayor o menor medida a la Sierra, comenzando su recorrido en la zona Noroeste hasta enlazar con la AP-51 o la A-6, y pasando por términos municipales como los de Valdemorillo, Zarzalejo o Santa María de la Alameda. Todavía con la polémica viva por el desdoblamiento de la M-501 (y en nuestra comarca por el proyecto que afecta a la carretera de Navacerrada), cabe preguntarse si realmente estas alternativas van a contribuir decisivamente a descongestionar el tráfico de la A-6, ya que en cierto modo sólo actuarían de forma parcial y ayudando más a aliviar la circulación en la M-50 y su entorno. Para ello habrá que estar pendientes de los estudios que presenten las empresas interesadas, pero en cualquier caso hay que pedir prudencia, ya que estamos ante actuaciones muy costosas (en algún caso incluso con 10 kilómetros de túneles) que quizá aún no se hayan madurado suficientemente. Y más allá de esto y de la decisión final de la Comunidad de Madrid, que a buen seguro se va a encontrar con el rechazo frontal de los grupos ecologistas y de la oposición, ésta deberá ser absolutamente medida y con las máximas garantías desde el punto de vista medioambiental.