- El senador empezo su campaña con una enorme desventaja respecto a la ex primera dama
- La distancia entre los demócratas en las últimas encuestas no supera los cinco puntos
Aquellos ºtiempos en que Hillary Clinton arrollaba virtualmente a Barack Obama por ventajas superiores a 20 puntos quedan lejos. Este miércoles, 13 meses después de que ambos entraran de forma oficial en la carrera hacia la Casa Blanca, el senador por Illinois 'cazó' por primera vez a la ex primera dama en el promedio de encuestas nacionales que elabora el sitio web especializado RealClearPolitics.
El hombre que aspira a convertirse en el primer presidente negro de EEUU partía a comienzos de 2007 con una enorme desventaja respecto a su adversaria, cuyo rostro resultaba entonces mucho más familiar a los votantes tras ocho años como primera dama y dos mandatos en el Senado.
Pese al entusiasmo de miles de seguidores que llenaban estadios para escuchar sus discursos, el legislador afroamericano no conseguía acercarse tanto en los sondeos como para ser considerado una amenaza real a la supuesta 'inevitabilidad' de Clinton. Algunos estudios llegaron a hablar de empate e incluso situaron a Obama uno o dos puntos por delante, aunque el promedio seguía pronosticando un escenario poco favorable a sus expectativas. En el peor de los casos para ella, el margen era aún de siete puntos.
Cuando llegó la primera cita con las urnas, los 'caucus' de Iowa, la ventaja de ella a escala nacional oscilaba entre 12 y 29 puntos. Pero Obama venció en el pequeño estado agrícola del Medio Oeste y la distancia —siempre virtual— se redujo a la mitad de la noche a la mañana.
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La 'resurrección' de ClintonEl senador, alentado por los pronósticos que comenzaban a presentarlo como una alternativa sólida entre los demócratas, se vio también ganador por adelantado en las primarias que celebraría cinco días después el estado de New Hampshire. Hasta que las urnas le quitaron la razón a las encuestas y devolvieron el 'momentum' o impulso mediático a su rival. "La resurrección de Hillary", proclamaron entonces al unísono los periódicos estadounidenses.
Obama, pese a todo, continuó pensando a largo plazo bajo el argumento que ha guiado siempre sus esperanzas: "Cuanto mejor me conozcan los votantes, mejores resultados tendremos".
Ahora, una semana después de empatar en el 'Supermartes' y tras encadenar una racha de victorias en ocho estados, el promedio nacional al fin le sonríe. Los dos 'pesos pesados' de la contienda demócrata empatan a 44,4% en intención de voto y la tendencia augura un vuelco inminente a favor de Obama.
Tres de los cinco sondeos difundidos en la última semana le favorecen y dos aún la mantienen a ella como favorita, aunque la distancia entre uno y otro candidato no supera en ningún caso los cinco puntos. Las próximas semanas serán clave para desequilibrar la balanza.