Tomás Alberich, en la Redacción de ‘El Faro’ (Foto: R. M. PEÑA)
Entrevista Tomás Alberich, ex portavoz de IU, recibió ayer la mención especial de ‘el faro’ por su trayectoria política
Arancha Ortega | Miércoles 22 de octubre de 2014
¿Qué supone esta mención por su trayectoria política en el Ayuntamiento de Collado Villalba?
Es algo que he recibido con sorpresa y quiero agradecer este reconocimiento a toda la Redacción, pero también creo que hay que agradecer que El Faro del Guadarrama siga manteniendo una independencia tan necesaria.
¿Cómo han trascurrido estos meses desde que dejo de ser portavoz?
Por un lado, más relajado que los anteriores ocho años, tanto personal como profesionalmente. A nivel político, soy un militante de base de la Asamblea de IU de Collado Villalba y sigo activamente los aconteceres de la vida local, tanto por compromiso para ayudar a los que han entrado y también porque me gusta y no se puede pasar de cien a cero,; además, me preocupan muchas cosas de las que pasan.
¿En este tiempo que es lo que más le ha llamado la atención?
Dos cosas alarmantes: por un lado, el cambio del reglamento orgánico de participación en los plenos que algunos hemos denominado como el pacto de los vagos, porque si es llamativo que el PSOE haga ese recorte en la participación, todavía lo es más que lo apoye el PP, ya que de esa manera la oposición se está limitando. Si comparas el nuevo reglamento con el antiguo compruebas que la oposición sale perdiendo. El otro tema ha sido el del túnel de Honorio Lozano. Si ya fue un escándalo el diseño de la obra, adjudicarlo al más caro y todo ese amiguismo que hubo en la adjudicación, es todavía más escandoloso si tenemos en cuenta que los trabajos van a finalizar en el doble de tiempo y va a ser un proyecto aún más caro, con un modificado de otros 13 millones de euros.
¿Cómo ve a los ediles que le han relevado en el grupo municipal?
Los dos concejales lo están haciendo muy bien, les felicito, aunque aún les veo un poco verdes, porque la política local es complicada, sobre todo conocer un Ayuntamiento como el de Collado Villalba. Además, se mantiene una de las virtudes de la Asamblea local, que es la de hacer las cosas en equipo; unas personas están en primera fila y otras en segunda o tercera, pero siempre hay una colaboración.
Usted ha sido uno de los pocos políticos que ha decidido voluntariamente dejar su cargo…
Como lo que debería ser normal se convierte en excepcional, llama la atención. Casi todo el mundo que entra en política quiere jubilarse en un cargo público. Decidí abandonar la política de primera línea pasados ocho años. Creo que es un periodo de tiempo que te permite hacer cosas.
En cuanto a la primera etapa, gobernando en coalición con el PSOE, ¿de qué se siente más orgulloso y qué le dejo un sabor más amargo?
De aquella época hay más recuerdos buenos que malos. Estoy muy contento de los programas sociales que se impulsaron. Creo que en las concejalías que dirigimos los miembros de IU se dio un cambio importante. El sabor más amargo fue bajar electoralmente, hay que hacer autocrítica, porque no supimos mantener la unidad y un equipo cohesionado que nos permitiera avanzar. Eso, unido a la política del PSOE de intentar anularnos como fuerza política, nos dejo poco visibles de cara al electorado.
Después vino una legislatura en la oposición y en solitario...
La soledad no fue tanta porque contaba con el apoyo de algunos compañeros de IU; de lo contrario habría sido insoportable. Pero lo más amargo fue el retroceso en las políticas sociales, el gasto disparatado y las obras faraónicas que tienen muy poca utilidad salvo para los bolsillos de los adjudicatarios.
A partir de ahora, ¿qué quiere hacer?
Mi idea es seguir igual, ayudando a mis compañeros. Colaboraré con mi experiencia siendo un militante de base, lo que me dejará tiempo para dedicarme a mi profesión. Ya dije que no me retiraba de la política, sino que me tomaba una legislatura sabática, porque no me fui quemado.