ÁNGEL GUIRAO DE VIERNA - Torrelodones
El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Como consecuencia de una rara reunión de voluntades y motivaciones el pasado 27 de mayo, 2.367 torresanos hicieron posible que una nueva agrupación política entrara a formar parte del Consistorio municipal.Desde mi particular y evidentemente parcial punto de vista (pues aún cuando me dirijo a usted en calidad de vecino no quiero ni puedo ocultar mi pertenencia a dicha agrupación), su objetivo ha sido y sigue siendo, hasta donde le sea posible, la regeneración de la vida política de nuestro pueblo, entendida como la defensa de los intereses colectivos por encima de los particulares, fomentando en la medida de sus posiblidades la participación ciudadana.
Para llevar a cabo este proyecto se precisa la colaboración de todos: partidos, sindicatos, agrupaciones, asociaciones vecinales, etc, desde las más grandes hasta las más pequeñas. Pero es al Partido Popular que usted dirige es a quien le corresponde la mayor responsabilidad en este tema. Y entiendo que esto es así por varios motivos:
Cuenta con la sensibilidad de una población que votó abrumadoramente a la candidatura de su mismo partido para la Comunidad de Madrid. Ganó las elecciones municipales con casi la mitad de los votos útiles. Dirige el Ayuntamiento, siendo responsable por tanto de su labor de gobierno. La participación ciudadana se recogía en el programa electoral de su partido como un elemento a potenciar. Goza de los mejores contactos entre una buena parte de las fuerzas económicas, sociales y políticas a la hora de consensuar sus proyectos. Controla los resortes necesarios y los recursos económicos para mejorar la participación, mediante la puesta en marcha de todo tipo de actividades. Tiene con un órgano de comunicación, como es la revista municipal.
Por todo ello, resulta sorprendente y me produce una perplejidad sin límites, que tan poderoso órgano de control de la política municipal esté permanentemente mirando a un partido tan minúsculo como Vecinos por Torrelodones para negarle el pan y la sal, y no precisamente en lo que a temas programáticos y de Gobierno municipal se refiere, lo cual sería absolutamente legítimo, sino precisamente en un aspecto clave como es el de la participación ciudadana y la revitalización de la vida política:
Negándose a la propuesta de estos para que los plenos municipales sean grabados como hacen sus correligionarios en la Asamblea de la Comunidad de Madrid; poniendo todo tipo de trabas a que un miembro de este partido o cualquier vecino realice fotografías o grabe el sonido en dichos plenos; impidiendo que los partidos políticos que conforman el Consistorio puedan asistir a determinadas ruedas de prensa convocadas por el Ayuntamiento; enviando a la Policía para intimidar a los vecinos que están asistiendo a unos talleres de teatro organizados para puro entretenimiento y deleite cultural; impidiendo colocar carteles informativos de sus actividades en la puerta de acceso a las oficinas de su grupo municipal; evitando que la revista de dicho partido pueda encontrarse y leerse en cualquiera de los edificios de propiedad municipal; paralizando la participación de los vecinos al no poder enviar sus colaboraciones para la revista a las oficinas del grupo municipal.
Dado que esta política de acoso responde a una actitud que podríamos denominar infantil, no tengo más remedio que preguntarle: ¿Por qué le tienes miedo?.