El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha anunciado que el próximo martes almorzará con el Nuncio del Vaticano en España, Manuel Monteiro de Castro, después de la polémica generada por la Nota de la Conferencia Episcopal ante las elecciones del 9 de marzo.
Zapatero ha confirmado ese almuerzo, que tendrá lugar en la sede de la Nunciatura, en una entrevista en Punto Radio en la que ha insistido en que después de esas elecciones algo debe cambiar en la relación con la Iglesia católica porque ésta debe tener al Estado el mismo respeto que el Estado le tiene a ella.
El jefe del Ejecutivo ha informado de que la reunión con Monteiro de Castro se cerró en el acto en el que coincidieron ayer en Madrid y en el que ya avanzó que tenía intención de quedar la próxima semana para compartir el "caldito" que tenía comprometido con él desde hace tiempo.
Zapatero ha asegurado que irá "encantado" a la Nunciatura (lugar elegido para la comida después de que ambos barajaran también la posibilidad de reunirse en el Palacio de la Moncloa) porque tiene una buena relación personal con Manuel Monteiro.
El presidente del Gobierno ha insistido en la necesidad de que las autoridades eclesiásticas respeten al Ejecutivo elegido por los ciudadanos y ha subrayado que en las últimas semanas ha habido algunas actitudes de la Conferencia Episcopal que necesitan una aclaración. Algo que cree que debe hacerse "con serenidad y con calma" después de las elecciones.
Rodríguez Zapatero ha reiterado que él no acepta algunas de las consideraciones realizadas por obispos en la concentración a favor de la familia celebrada el pasado mes de diciembre en Madrid y en las que se acusaba a algunas leyes aprobadas esta legislatura de poner en riesgo la democracia y hacer retroceder derechos humanos.
La semana pasada, la Conferencia Episcopal lanzó un comunicado en el que pedían a los católicos que apoyasen "con su voto" a partidos que no reconozcan a una organización terrorista como interlocutor político.
El PSOE no ocultó su malestar por esta nota en la que los obispos pedían claramente el voto para el PP y el propio presidente del Gobierno criticó a la jerarquía eclesiástica por "haber caído en la tentación de usar el terrorismo".
Sin embargo, los obispos anunciaron que nunca se callarán. El cardenal arzobispo de Toledo y vicepresidente de la Conferencia Episcopal, Antonio Cañizares, manifestó este domingo que la Iglesia no callará, aunque esto "le traiga juicios falsos e injustos que descalifican a quienes los hacen".