David Galán cortó dos orejas y triunfó en Ajalvir (Foto: Gonzalo Matamala)
ALFREDO FERNÁNDEZ | Miércoles 22 de octubre de 2014
Ajalvir dio el pasado fin de semana el pistoletazo de salida a la temporada taurina 2008. En esta ocasión hizo un tiempo espléndido tratándose del mes de enero, lo que ayudó mucho a que el público se animase a acudir a la plaza. En la corrida de toros del sábado, el coso se cubrió en las tres cuartas partes de su aforo y se pudo ver a muchos aficionados de la capital con ganas de ir a los toros. El domingo, con un cartel bastante flojito, casi hubo media plaza.
Se han echado en falta sin embargo los cañones de aire caliente y la cubierta. Ha habido un cambio de la ubicación de la plaza portátil, por lo que este año no se han podido instalar.
Pero yendo a lo estrictamente taurino, hay que decir que el ganado ha fallado estrepitosamente los dos días. Los encierros de Juan José González y Jódar y Ruchena han sido un desfile de animales descastados y deslucidos que apenas han ofrecido oportunidades de triunfar a los toreros. Se han visto cosas aisladas a tener en cuenta, pero la nota global es que el ganado ha patinado en Ajalvir.
La corrida del sábado 26, con el hierro de Juan José González, fue un lote serio, con cuajo y volumen. Un sexteto desigual pero con una presentación importante y que es difícil ver en una plaza de esta índole. De fachada y de lámina los toros estaban formidablemente presentados. Pero luego su juego fue descastado, insulso, mansurrón y rehuyendo la pelea. El tercero en manso tuvo cierta transmisión y el cuarto fue el más potable.
Hay que decir que tanto Luis Miguel Encabo como Sánchez Vara e Iván Vicente se impusieron a los toros y estuvieron muy por encima de las escasas posibilidades que estos ofrecieron.
Encabo cortó las dos orejas del cuarto por una faena templada sobre ambas manos, aprovechando el mejor toro del encierro. Le dio sus tiempos, sin atacarle en exceso para cimentar una labor que contó con momentos de buena factura. Tras una estocada efectiva paseó el doble trofeo, el segundo algo generoso. Con su primer oponente, al que Encabo recibió muy bien de capa, el animal llegó muy parado al último tercio.
La otra oreja de la tarde se la llevó Sánchez Vara por una faena llena de capacidad y mucho oficio, y donde el alcarreño siempre intentó tirar de las embestidas de un animal que cada vez iba quedándose más corto y saliendo con la cara alta. Se le vio muy puesto y tras la estocada hubo premio. El quinto fue un inválido que Vara pasaportó con celeridad ante su escasa condición.
El mejor toreo de la tarde lo llevó a cabo Iván Vicente en su primero. Le correspondió un animal de González muy manso pero que en chiqueros y en su querencia embestida con transmisión. De mitad de faena para adelante Vicente consiguió un toreo de mano baja y con mucho gusto sobre la zurda. La faena fue a más y el final tuvo muy buen toreo. El de Soto del Real lo echó a perder todo con los aceros, y lo que pudo ser un triunfo se convirtió en silencio. El sexto fue un animal áspero y reservón remiso a embestir y con el que Iván Vicente no pudo hacer nada.
Galan, triunfador el domingo
El domingo, con un cartel muy flojito, compuesto por Lima de Estepona, Octavio Chacón y David Galán, se lidió una descastadísimo e infumable encierro con el hierro de Jódar y Ruchena. La presentación del sexto fue además escasita y con un trapío terciado que nada tuvo que ver con los toros lidiados un día antes.
Las dos únicas orejas fueron para Galán, que se llevó el gato al agua entre otras cosas porque fue el que más puso de su parte de los tres diestros anunciados.
Se enfrentó a un animal manejable y noble al que Galán intentó exprimir al máximo. Intercaló momentos brillantes sobre la mano derecha, bajando la mano, ligando los pases y llevando largo al toro , con otros de toreo de garra y más tremendista, emulando en parte a su padre, el desaparecido Antonio José Galán. Como quiso triunfar como fuera, lo logró y su raza tuvo recompensa. Se volcó sobre el morrillo del de Ruchena, cobrando una estocada muy caída pero de efecto fulminante. Cortó las dos orejas. El sexto fue un remiendo de Antonio Chenel que no dio ninguna facilidad y con el que Galán puso voluntad.
A partir de ahí, la tarde fue espesa y no tuvo ninguna historia. Con un mal lote, Lima de Estepona estuvo a la deriva y pasó muchas fatigas.
Octavio Chacón lo intentó con un dos toros que no sirvieron, dejando algún apunte pero sin terminar de redondear nada. Fue ovacionado.
Todos a hombros en la de rejones
Antes de la celebración de las dos corridas de toros programadas por las empresa Sarot en esta feria, el viernes 25 de enero, como preludio, se celebró un festejo de rejones donde con dos tercios de plaza se lidiaron seis novillos de Coto de Lindes y Claudio López Ballestero,s de poco juego en general aunque 2º, 3º y 4º sirvieron mucho a los caballeros rejoneadores. Lo más destacado de la tarde llevó la firma de Sergio Domínguez, que cortó una oreja a cada uno de sus toros y gustó mucho en su paso por Ajalvir, donde se le vio entregado y con ganas de agradar. Junto al riojano, le acompañaron en la salida a hombros López Bayo, que paseó las dos orejas del último novillo de la tarde, destacando a lomos del caballo Espartero; y Julia Calviere, que triunfó ante el cuarto por una labor sin demasiado brillo pero con recursos y técnica.