Galapagar recupera parte de su historia

El miércoles se presentaron los trabajos de restauración del tramo de calzada romana a su paso por Galapagar que ha llevado a cabo la Comunidad de Madrid. Al acto acudieron los directores generales de Medio Natural, Miguel Allué, y Patrimonio, José Luis Martínez-Almeida, así como la alcaldesa, Carmen Toledado, y responsables del Parque Regional del Río Guadarrama. Allué señaló que con la actuación se trata de “poner en valor sendas para el disfrute tanto del importante medio natural como de los elementos culturales, como ocurre con esta calzada que conecta dos zonas del Parque del Río Guadarrama”. Para Toledano, “estos valores medioambientales e históricos son una de las señas de identidad” de Galapagar.

15 meses de trabajo
Han sido necesarios 15 meses de trabajo y una inversión de 18.000 euros para sacar a la luz un tramo de vía de unos 300 metros de longitud y ocho de ancho que se encontraba encharcado y cubierto de tierra y vegetación. Según Jesús Rodríguez, arqueólogo encargado de la rehabilitación, “primero ha habido que solucionar el problema del agua”. Para ello se ha creado un canalización para drenar el agua que se acumulaba en la calzada. Después se ha limpiado y se han recuperado parte de las losas que formaban la calzada, que en muchos casos habían sido robadas”. En la actuación también se ha procedido a la limpieza del alcantarillado y del puente del Toril, donde ha quedado consolidada la calzada del siglo XVIII. Asimismo se han colocado paneles explicativos con información sobre el origen, la ruta y técnicas de construcción de los romanos.

Un tramo de la Vía Antonina

Según señaló Rodríguez, “pensamos que, por su disposición, este empedrado no es romano, sino que probablemente sea del siglo XVI”. Eso, añadió, no le resta el valor monumental, ya que es seguro que por esta vía pecuaria conocida como Cordel de Suertes Nuevas discurría la Vía Antonina, antigua calzada romana que enlazaba Mérida con Zaragoza, construida por los romanos entre los años 213 y 217. Concretamente este tramo rehabilitado situado junto a la carretera de Galapagar a Villalba se corresponde con la Vía XXIV que iba de Mérida a Salamanca, pasando por el Este de Zamora, atravesaba la Sierra por la Fuenfría, en busca de Titulcia, y de allí iba a Alcalá de Henares. Esta actuación se enmarca en el Plan de Yacimientos Visitables de la Comunidad. Esta previsto seguir trabajando para recuperar otro tramo de calzada junto a La Pocilla, además de un miliario del siglo III d. C. Según Rodríguez, el municipio es uno de los que más riqueza arqueológica posee en la región, con cuatro puentes antiguos y varios tramos de calzada que serán restaurados.