El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Seguramente no habrá recetas mágicas, pero lo parece claro es que los distintos ayuntamientos de la zona van a tener que exprimir su imaginación para afrontar el cambio de ciclo económico que ya ha empezado y que todavía ha de agudizarse. Los presupuestos que han ido aprobando los consistorios de la zona (salvo alguna excepción como el de Moralzarzal) ya dejan ver las nuevas circunstancias económicas, con un notable descenso de los ingresos procedentes de la construcción. Hay otras vías, pero en buena medida lo pasarán mejor quienes ya las habían empezado a explorar, como en el caso de Torrelodones, cuyo alcalde, Carlos Galbeño, explica en una extensa entrevista que el municipio que dirige esta preparado para afrontar esta complicada situación. El hecho de que esté situado en el cuarto puesto entre los más ricos de la Comunidad de Madrid hace que parta desde una situación de privilegio, aunque también en este caso lo difícil es mantenerse e incluso ir escalando posiciones, y más ante esta coyuntura. Sin embargo, proyectos como Torrefórum II y la decidida apuesta por el sector empresarial (con presencia de la Cámara de Comercios y la Federación de Pymes de la zona Noroeste, entre otras entidades) permiten que esta localidad pueda mirar al futuro con moderado optimismo.
En el capítulo de mejoras pendientes está sin duda el aparcamiento, que en el centro puede llegar a convertirse en un auténtico calvario, y más cuando es la única localidad de cierta entidad de la comarca que aún no tiene un parking público. Por eso es imprescindible que se ponga en marcha el plan anunciado por el Ejecutivo y que por fin pueda salir adelante el esperado proyecto del aparcamiento de la calle Real.