La atención temprana es fundamental para los niños (Foto: CEDIDA)
El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Todo niño encaja en el Centro Infantil de Terapia y Ocio (CITO) este es el lema de la cooperativa social sin ánimo de lucro que desde el año 2001 viene trabajando en Torrelodones con chicos con minusvalías psíquicas o trastornos psicopedagógicos y de comportamiento. Un proyecto que partió de cuatro mujeres que se dieron cuenta de la falta de recursos que había en la zona para atender a estos chavales e integrarlos en la sociedad. Con la ayuda del Ayuntamiento de Torrelodones, que les cedió un local en el número 37 de la carretera de Galapagar, crearon este centro, en el que en estos siete años unos 400 niños se han beneficiado de sus tratamientos. Un equipo de 17 profesionales, desde psicólogos a fisioterapeutas, dedica sus esfuerzos a mejorar su calidad de vida de estos chicos, trabajando el desarrollo de sus habilidades, aptitudes intelectuales y de aprendizaje de manera globalizada.Una tarea que los chavales agradecen. Disponen de programas específicos para alumnos discapacitados y otros para quienes presentan dificultades de aprendizaje. Otros servicios que prestan son los de logopedia, trastornos de conducta y orientación a padres.
Además de estas terapias educativas, ofrecen a los chavales actividades de ocio donde se divierten, tienen sus amigos con los que van al cine o a campamentos como cualquier niño de su edad. 22 voluntarios tratan que chicos con discapacidad disfruten de su tiempo libre con actividades recreativas que contribuyen a su educación y fomentan la comunicación entre amigos. Se desarrollan los fines de semana, fuera del centro y cumplen a la vez una función de respiro familiar.
Los artífices del proyecto están muy satisfechas de los resultados. “No nos lo podemos creer”. Cuatro mujeres han conseguido convertir este centro en un referente en la zona Noroeste. Rosa destaca además que han logrado algo que les diferencia de otros centros, “como es estar muy cerca de las familias”. Otra característica, señalan, es que su “prioridad es el niño, por encima de todos, pero teniendo muy en cuenta a la familia. Se habla mucho con ellos, se les transmite mucha información para que estén muy involucrados en la terapia de sus hijos”, algo que es clave pare que las terapias den el mejor resultado. Una trabajadora social informa a los padres de todas las ayudas y recursos a los que pueden acceder, ya que “hay familias que vienen muy perdidas, sin tarjeta sanitaria y sin que al niño le haya visto nadie”, comenta Laura. “La mayoría son inmigrantes que llegan sin recursos y para los que hay que comprar incluso los pañales”. En estas fechas han repartido bolsas de Navidad, cunas y sillitas de paseo. Otra de sus luchas es conseguir que escolaricen a algunos niños para que, según indican, “por lo menos coman en condiciones, les laven o cambien el pañal”. Las familias pagan cuotas por debajo del precio de mercado. Los municipios integrados en la Mancomunidad de Servicios Sociales THAM (Torrelodones, Hoyo de Manzanares, Alpedrete y Moralzarzal) disfrutan de un mayor descuento.
Atención temprana
El centro ha incorporado recientemente un programa de atención temprana dirigido a niños de entre 0 y 6 años. Se trata de intervenir lo antes posible para dar respuesta a los trastornos que presentan los pequeños en su desarrollo o que tienen riesgo de padecer. Según Rosa, “si se les trata desde que nacen se pueden recuperar y consiguen llegar a normalizar su desarrollo. Es como si les estuvieras entrenando, y con ello se logra mejorar su calidad de vida”.
Gracias a un concurso que convocó la Comunidad de Madrid, el programa cuenta con 50 plazas gratuitas. Para acceder a ellas es necesario un certificado de minusvalía porque los tratamientos son muy costosos y largos. Según Rosa y Laura, las cosas han cambiando mucho para estos chavales, que “poco a poco se van integrando en la sociedad”.