Redacción | Miércoles 22 de octubre de 2014
Comenzó la temporada 2005 con la feria de Valdemorillo. Las notas predominantes fueron el frío, la poca asistencia de público y las pocas notas de interés acaecidas en un ciclo que no levanta cabeza.
Lo mejor de la feria lo firmó Luis Miguel Encabo, que tuvo una tarde muy maciza de madurez y templanza alzándose como triunfador del abono. Esa tarde se corrieron toros de Antonio San Román, que con todo lo mansos que fueron al menos hubo dos toros que se dejaron. La otra corrida de toros llevó el hierro de José Luis Osborne, blanda y de desigual de comportamiento. Lo mejor corrió de la mano de Serafín Marín, que dio un toque de atención de las cosas tan positivas que haría a lo largo de 2005.
San Lorenzo de El Escorial, coso emblemático de nuestra comarca, vive horas bajas. La cosa iba de mal en peor, pero en 2005 se ha tocado techo. Desde que José Tomás no se anuncia en el coso del Real Sitio la cosa ha ido muy a menos. El empresario Tomás Entero no anunciaba figuras y dejó la plaza tambaleándose. Ahora VALTAURO la está conduciendo al despeñadero. El público no a va a los toros. La corrida “estelar” del ciclo, con “El Fandi”, Rivera y Eduardo Gallo, acabó suspendiéndose por la lluvia. No calló tanta. La plaza se podía haber arreglado. Los toreros no llegaron a su hora y cuando lo hicieron firmaron el parte de suspensión y se fueron. Todavía el tema no está resuelto.
Si se celebró con una penosa entrada la otra corrida de toros, con el hierro de “Rivera de Campocerrado”, que reemplazó a otra a rechazada de Ángel Sánchez. Eugenio de Mora, Saavedra y Javier Valverde salieron a hombros tras cortar una oreja de cada uno de sus toros.
Poca historia tuvo la feria de Cercedilla 2005. La corrida de toros lució el hierro de Pontes Días y aunque hubo toros cuajados y serios el resultado fue muy pobre porque el sexteto no tuvo raza ni fondo. Gómez Escorial, “Paulita” y Leandro Marcos poco más que voluntad pudieron demostrar. De todas formas saltó un sobrero digno de Madrid, con el hierro de Rodríguez de Arce, que ofreció opciones. Ante él Leandro Marcos dejó pasajes de buen gusto, pero no lo refrendó con la tizona. Tuvo muchas virtudes la novillada de Ignacio Ramos, pero cuando se mutilan los pitones y acaban echando sangre lo que pasa en el ruedo no tiene trascendencia. Lo más relevante fue la actuación del novillero Benjamín Gómez.
En Colmenarejo se celebró el certamen “El Rondón”, con dos novilladas de garantía. El francés Marco Leal se llevó el galardón.