Los aullidos de Lobo Cojo

Nuestro famoso personaje se ha tomado esta semana de vacaciones “porque, y así lo dijo a título de despedida, quiero celebrar el fin de año en paz, cargar las pilas y prepararme para abordar un 2006 que, a priori, se me antoja muy emocionante y bastante conflictivo si tenemos en cuenta que ya estará a la vuelta de la esquina una nueva convocatoria electoral.Y según están las cosas... ”. Así pues, esta semana el protagonismo de la columna lo acaparan los versos que un admirador le ha dedicado a nuestro colaborador:

“Lobo Cojo sigue aullando
desde su férrea atalaya.

Recuerda el monte de encinas,
la arboleda de los Valles
y el arroyo de aguas claras
camino del Guadarrama.

Recuerda a la loba Tuerta,
la reina de su manada,
la que, al frente de los suyos
y escondida entre los chopos,
vigilaba, noche y día,
la Cañada Segoviana.

Ahora, triste en su atalaya,
apenas sale de noche.

Tiene miedo de los hombres,
tiene miedo de los coches.

Desde el Rincón de las Eras,
se vuelve más triste el pobre.

Y no es que no tenga ganas
de correr por la Dehesa,
pero es que siente la pena
de ser, ahora, él la presa,
qué sólo seguirá aullando
las noches de luna llena.

Aunque haya quien no quiera
escuchar su triste aullido,
promete seguir aullando,
que os desea, villalbinos,
el más feliz 2006
y que escuchéis sus aullidos.