Opinión

Los paseos del alcalde de Villalba - Torrelodones dice ‘no’ a la ampliación de la A-6 - Pintadas en edificios oficiales de Colmenarejo

Luces y sombras

Manuel J. Ortega

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
El alcalde de Collado Villalba, José Pablo González, parece decidido a pisar de nuevo el asfalto para conocer de primera mano los problemas más acuciantes de sus conciudadanos. Lo hizo la semana pasada visitando la zona de Los Valles y todo parece indicar que lo va a repetir en próximos días acudiendo a otros barrios y urbanizaciones de la localidad. Si los vecinos constatan que estas visitas no son para la galería o simplemente para salir en la foto, González y su elenco de acompañantes seguro que van a ser bien recibidos y conocerán con pelos y señales los problemas más habituales de una ciudad de 60.000 habitantes (tráfico, limpieza urbana, seguridad, etc), además de otros mucho más preocupantes por estar relacionados con la exclusión social que sufren muchas familias, las dificultades que tienen los jóvenes para poder acceder a la propiedad de una vivienda o a las que padecen algunos pensionistas, sobre todo sus viudas, para poder llegar a fin de mes. Porque en nuestra ciudad existen tremendas desigualdades sociales, como lo han puesto de manifiesto últimamente algunos indicadores socioeconómicos donde queda de manifiesto que el poder adquisitivo medio de los villalbinos está muy lejos de los puestos de cabeza en la Comunidad de Madrid. Por eso es bueno que González haya decidido prescindir por unas horas del coche oficial para patear las calles, porque sólo así podrá comprobar cómo algunas zonas de la ciudad se han convertido en un cementerio de coches abandonados en la vía pública, cómo en algunos barrios se dejan ver las patrullas de la Policía Local de pascuas a ramos, cómo el servicio de limpieza es deprimente, cómo el mal olor que desprenden los contenedores resulta nauseabundo, cómo los usuarios del transporte público se desesperan en las paradas del ‘bus’ ante la ausencia de estos; cómo, cómo, cómo... Es incluso posible que José Pablo González llegue al convencimiento de que aquellas actuaciones de maquillaje promovidas por su Ejecutivo hace años y que tanto éxito tuvieron (rotondas, asfaltado, nuevas zonas ajardinadas, etc) ya están caducas porque las municipios-escaparate tarde o temprano terminan convirtiéndose en ciudades muertas . Posiblemente toda esta problemática, después de ocho años en el poder, al alcalde le puede le pueda sonar a chino, pero eso es lo que hay. Dicen que nunca es tarde cuando la dicha es buena y González aún está a tiempo de remediar, aunque sólo sea en parte, los desaguisados generados por una gestión más propia del Despotismo Ilustrado (todo para el pueblo, pero sin el pueblo) que de un gobierno progresista abierto al diálogo y al consenso tanto con el resto de las fuerzas políticas como con los colectivos ciudadanos.

TORRELODONES DICE NO A LA AMPLIACIÓN DE LA A-6
Posiblemente Carlos Galbeño, el alcalde de Torrelodones, lo podría decir más alto pero no más claro.“La ampliación de la carretera de La Coruña que ha propuesto el Ministerio de Fomento no va a acabar con los atascos”. El regidor serrano también puso de manifiesto que no entendía muy bien cómo el Ministerio que aún dirige Magdalena Álvarez se mantiene firme en su decisión de expropiar las propiedades de más de un centenar de vecinos de esta localidad para poder construir un carril-bus entre Las Rozas y Collado Villalba porque los responsables de Fomento están convencidos de que el problema de los atascos en la carretera de La Coruña sólo se van a solucionar cuando se potencie el transporte público. Y ahí es donde Galbeño no ha podido evitar poner el grito en el cielo, porque, como él ha repetido en varias ocasiones “si el problema es ése, no comprendo cómo estos señores le han dado la espalda al proyecto de construcción de un parking disuasorio en la estación de Renfe de Torrelodones, incumpliendo el acuerdo firmado en su día entre este Ministerio, Comunidad de Madrid y Ayuntamiento”. Bien, creo que el alcalde de Torrelodones sólo tiene que echar estos días una ojeada a los medios de comunicación para ver lo que está ocurriendo en Barcelona, donde su retahíla de despropósitos por parte de Fomento pone al descubierto la incapacidad gestora de sus responsables.

PINTADAS EN VARIOS EDIFICIOS DE COLMENAREJO.- La semana pasada, varios edificios oficiales de Colmenarejo, entre los que se encontraba el Ayuntamiento y la sede de la Policía Local, aparecieron con insultantes pintadas que los responsables municipales ordenaron limpiar de inmediato. Algunos vecinos achacan las mismas al conflicto que mantiene desde hace tiempo el Ejecutivo que preside María Isabel Peces Barba con los responsables sindicales de este cuerpo. Incluso se comenta que el Consistorio está investigando las numerosas bajas que por motivos de enfermedad se vienen produciendo últimamente en su ya de por sí diezmada plantilla, lo que en algunas ocasiones ha provocado la suspensión de algunos servicios. El pasado lunes, la web de Colmenarejo.net publicaba varias fotografías en las que se podían observar con toda nitidez las citadas pintadas ya borradas, vinculando las mismas al contencioso ya mencionado. Sin embargo, tanto los comentarios realizados por los responsables de dicho portal como los documentos gráficos que ilustraban el mismo fueron retirados al día siguiente, sin que hasta ayer, jueves, nadie haya dado explicaciones al respecto.