El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
La Comunidad de Madrid daba a conocer esta semana el indicador de renta municipal, subrayando que en el periodo 2000-2005 se ha avanzado hacia la convergencia entre las distintas zonas de Madrid, si bien la supremacía económica del Oeste Metropolitano parece todavía intocable. Entre todas las cifras también están las de la Sierra, que confirma su solvente posición, aunque con un descenso en el crecimiento, de modo que el nivel de renta se queda a la par que la media regional. La semana pasada ya advertíamos en estas páginas de Opinión que en la percepción general todavía se mantiene lo de la Sierra rica, algo que, a la vista de estos últimos datos, no se corresponde exactamente con la realidad. En general, los municipios de la comarca están en una franja intermedia de la parte alta, aunque por debajo del Oeste y de numerosas poblaciones de la zona Norte. Destaca por encima de todos el caso de Torrelodones, que se consolida como la cuarta localidad más rica de la Comunidad de Madrid, y en el extremo opuesto aparece Collado Villalba, cuya capitalidad comercial de la comarca no se traduce en buenos resultados desde este punto de vista. Resulta significativo ver cómo ambas localidades, situadas en el corredor de la A-6, con unas notables comunicaciones y separadas apenas por 10 kilómetros, presentan datos tan distintos: 8.000 euros de renta bruta per capita separan una de otra. Pero más allá de situaciones concretas, la conclusión que debe quedar es que, salvo excepciones, la época de mayor crecimiento en la zona parece haber pasado, situación que viene a unirse al frenazo del boom inmobiliario (durante años el gran motor económico), por lo que es hora de buscar nuevas alternativas de desarrollo, más estructurales que coyunturales, que permitan afrontar con tranquilidad un futuro a priori prometedor, pero ante el que en ningún caso se puede bajar la guardia.