El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
El asturiano Sanuel Sánchez, en la imagen festejando su victoria en la crono de Collado Villalba, fue el gran triunfador del díptico serrano de la Vuelta a España. El de Euskaltel Euskadi se impuso el viernes en Abantos, en una etapa marcada por la lluvia y la plasticidad de su desarrollo. Como era de esperar, se sucedieron los ataques al líder Denis Menchov, pero el ruso respondió con suficiencia. No lo hizo así el australiano Cadel Evans, que llegó a la Sierra en la segunda plaza de la General y acabó cediendo el podio para bajar al cuarto lugar. Abantos le pasó factura. Cedió casi minuto y medio y, al día siguiente, en Villalba, la fatiga le impidió responder a la excepcional contra reloj de Samuel Sánchez, que voló a casi 55 Km/h. Fue el cambio más sustancial que se produjo en Collado Villalba, donde los aficionados se volcaron con la Vuelta, si no en un seguimiento masivo, sí en un número acorde a lo que estaba en juego, que no era demasiado, aunque sí lo suficiente para que unas 4.000 personas se repartieran entre la salida de la Calle Real y el último kilómetro.
Denis Menchov, sobre estas líneas festejando la consecución del maillot oro, confirmó en Villalba su segundo triunfo absoluto en la ronda española, un objetivo que se le escapó a Carlos Sastre, en la imagen superior, concluyendo la crono de Villalba. El escalador del CSC lo intentó todo en Abantos, llegando a probar al líder en el primero de los pasos por la cima sanlorentina. Pero, al igual que en los finales en alto precedentes, el ruso de Rabobank le siguió sin problemas e incluso le soldó de rueda en los durísimos tramos de entrada al puerto. La otra cara de la moneda fueron los cortes de tráfico, que aislaron durante horas las localidades de San Lorenzo y Collado Villalba.