¿Libertad de expresión?

Siempre me ha tocado ver en los informativos las imágenes de los exaltados de diferentes países enemigos de Estados Unidos, jaleados por una masa de fanáticos como ellos, quemar la bandera de las barras y estrellas. En todas y cada una de estas ocasiones me he quedado perplejo al ver la excitación que les provocaba a estos individuos el fuego sobre un trozo de tela que para ellos debía suponer una liberación del yugo occidental. O algo así.

En este caso no se trata de banderas, sino de fotografías de los reyes del país todavía llamado España. Quema de retratos que se efectúa en la que aún es la Comunidad Autónoma de Cataluña. Y sigue pareciéndome algo surrealista. Vamos, que si no entendía a unos fanáticos, tampoco entiendo a los otros. Y menos a los que lo aplauden o defienden, caso de Esquerra Republicana.

Resulta difícil comprender que un determinado número de personas (muchas o pocas, no importa) consideren que este país deba cambiar de la actual monarquía a una república. Perfecto: son ideas que se pueden debatir y, si es necesario, dar la opción a los ciudadanos para que se manifiesten con sus votos a favor o en contra. Pero de ahí a jalear a un individuo que actúa de esta manera y defenderlo como si con ese apoyo se está defendiendo la libertad de expresión... O que si se persiguen esas acciones se está coartando la misma libertad censurando a los ciudadanos...

Algunos, lamentablemente, siguen sin entender que en el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus libertades, toda persona estará solamente sujeta a las limitaciones establecidas por la ley con el único fin de asegurar el reconocimiento y el respeto de los derechos y libertades de los demás. Y esa es la ley.

(*) En el Diario Palentino