Los aullidos de Lobo Cojo

“Mira, periodista -nos dice Lobo Cojo a modo de saludo-, el negociador me ha enviado un mensaje en el que me pedía una tregua navideña. Es decir, que hasta pasado Reyes tengamos la fiesta en paz, porque de no ser así hasta puede ocurrir que le den media vuelta al cazador y, además de cojo, “te quedes descalabrado para toda la vida”. Estos chicos son tan insensatos y prepotentes como para considerarse los dueños del municipio; ¡lo tienen claro! Para quienes aún puedan dudar de que voy a seguir denunciando los atropellos cometidos por los mandamases de la Casa Grande, les voy a añadir algo que me dijo un viejo amigo en cierta ocasión cuando alguien intentó chantajearle: ¡A ver si ahora que estamos en la cárcel también le vamos a tener miedo a la Guardia Civil!”. Espero que a partir de ahora el negociador, con categoría laboral y sueldo de asesor, que últimamente gusta de comprar vehículos de gran cilindrada (¿también le dejarán conducir el Touareg?), no vuelva a mandarnos más mensajes sibilinos. Él sabe mejor que nadie que en política no se perdonan los errores y aunque presume de ‘tener patente de corso’ -puede que sepa muchas cosas que podrían poner en peligro a algunos compañeros de correrías-, también debe ser consciente que en las pasadas elecciones municipales estuvo a punto de ser defenestrado. En fin, paz en la tierra a los hombres de buena voluntad y felices fiestas navideñas”.