Editorial

El precio del suelo

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
La ministra de la Vivienda, María Antonia Trujillo prometió que iba a acabar con la carestía de la vivienda, que iba a facilitar acceso a los jóvenes a un piso y que iba a lograr sacar al mercado un porcentaje de casas vacías, pero el tiempo ha ido pasando y un año más tarde la realidad nos dice que aquellas palabras se quedaron en eso, en simples palabras

Los pisos, nuevos y de segunda mano, siguen subiendo en la mayoría de las regiones de nuestro país porque las medidas de choque no han funcionado y la señora Trujillo, que con tanta alegría nos habló de viviendas, luego de actuaciones y después de soluciones habitacionales, aún sigue pensando que no hace falta suelo urbanizable, cuando todo el mundo sabe que prácticamente el 50 por ciento del precio de un piso está en el suelo y que éste es cada vez más escaso porque son los ayuntamientos, y no el Estado, los que tienen competencias sobre este asunto.

Así, el precio de las viviendas en nuestra comarca resulta prohibitivo para el poder adquisitivo de muchos jóvenes que se ven condenados a vivir con sus padres durante muchos años o trasladarse a provincias limítrofes si quieren comprar un piso. Los dueños de suelo, conscientes de la situación por la que atraviesa el mercado inmobiliario, ya no se conforman con vender sus parcelas a un precio más que respetable; ahora las subastan entre los promotores y las adjudican a la mejor oferta. Pero lo más lamentable es que de este ‘pecado’ tampoco están libres los propios ayuntamientos, dispuestos a sanear sus cuantiosos deficits a través de la enajenación de su propio patrimonio y así, vía concursos, sacan al mercado hasta los aprovechamientos medios (ver el BOCAM), con unos precios de partida bastante sobredimensionados, aunque los técnicos digan que son ‘de mercado’. Con estos antecedentes no debe sorprendernos que en municipios como San Lorenzo de El Escorial, C. Villalba, Galapagar, Alpedrete o Torrelodones, por poner algunos ejemplos, el precio del metro del suelo repercutido sobre cada vivienda, oscile entre l.200 y los 2.000 euros. Y todas las previsiones indican que el mercado inmobiliario seguirá al alza durante bastantes años, al menos en la Sierra del Guadarrama.