Luces y sombras
Manuel J. Ortega
El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Caras somnolientas, lloros y pucheros, mochilas sobre frágiles espaldas, autobuses y coches copando los alrededores de los centros docentes. Esos eran los síntomas más significativos del inicio del curso de Infantil y Primaria 2007-2008, el pasado miércoles en los municipios de la Comunidad de Madrid, donde el número de matrículas asciende ya a un total de 1.102.257 alumnos, de los que casi un 30 por ciento, según datos obtenidos por este periódico, son hijos de inmigrantes. Como novedades más destacadas de este curso en nuestra Comunidad, está la puesta en marcha del nuevo decreto de convivencia, que nace con la vocación de dar a los docentes más autoridad en las aulas, permitiendo que cada colegio pueda desarrollar su propia normativa de conducta, porque, según se ha podido observar en los últimos años, una de las mayores dificultades con las que se encontraban los profesores a la hora de enseñar a los niños y jóvenes era mantener el orden y la disciplina en las aulas. También es importante destacar la implantación de una prueba de conocimientos básicos en tercer curso de ESO, lo que permitirá a los alumnos profundizar en el contenido de las asignaturas de Lengua, Literatura, Geografía, Historia, Ciencias de la Naturaleza y Matemáticas.
En el lado negativo, como ya suele ser habitual, están los gastos que genera las escolarización de los niños, pues según la FUCI (Federación de Usuarios-Consumidores Independientes), las familias españolas han tenido que desembolsar alrededor de 821 euros, coste medio por hijo escolarizado. Estos gastos varían en función del centro elegido (público, concertado o privado) y en la Comunidad de Madrid, según este estudio, el coste medio asciende a 1.062 euros, sumando libros, material, uniforme y el primer recibo de comedor y transporte. En fin, un desembolso importante para la economía familiar que además coincide con el retorno de las vacaciones estivales..
VERTEDEROS INCONTROLADOS EN GALAPAGAR.- Los vecinos de algunas urbanizaciones de la periferia de Galapagar han denunciado la existencia de numerosos vertederos incontrolados en las inmediaciones de sus viviendas, situación que se agrava aún más en zonas como la de Romacalderas y Colonia España, donde los vertidos de materiales industriales (ruedas viejas, restos de chapas de automóviles, escombros de obra, etc), tal vez por su proximidad con el Polígono P-29 de Collado Villalba, son continuos. Esta situación indigna y preocupa a unos residentes que se ven impotentes para abordar un problema que han denunciado reiteradamente en estos dos últimos meses a los responsables del municipio galapagueño sin obtener resultado alguno.Y lo más grave es que estos vertederos se empiezan a consolidar porque muchos irresponsables al ver los residuos abandonados en algunas de las parcelas de fácil acceso o en la propia rivera del río Guadarrama, siguen utilizando dichos emplazamientos para depositar los enseres.
Se dice que esta situación está originada por la deuda que mantiene el Ayuntamiento con la empresa concesionaria del servicio de limpieza y recogida de basuras, que ha optado por ralentizar los servicios hasta que el Consistorio local satisfaga los pagos pendientes. Aún así, algo tendrá que hacer el cuatripartito que preside Carmen Toledano si quiere devolver la calma a aquellos que sufren tan incómoda situación. Y es que la imagen, al margen de los malos olores, empieza a resultar penosa.
CONSTRUYEN UNA NAVE EN ZONA DEPORTIVA.- La Asociación de Vecinos “La Agrupación” de Colmenarejo envió el pasado mes de julio un escrito al Ayuntamiento donde solicitaban información detallada sobre las obras que se estaban llevando a cabo en cinco parcelas colindantes con la calle Gamo, situada en la urbanización Fuente del Conejo, ya que dichos terrenos están calificados según el Plan Parcial aprobado por la Comunidad de Madrid como “parque deportivo y equipamiento comercial y social”. Este colectivo tiene constancia, según dicho escrito, de que la empresa que está realizando las obras es “Urbaser”, adjudicataria del servicio de limpieza urbana y recogida de residuos en esta localidad, y que la nave en cuestión será destinada a guardar los camiones, contenedores y maquinaria que utiliza la concesionaria en su quehacer diario. Los miembros del colectivo “La Agrupación” han observado cómo las obras de la construcción de esta nave se han acelerado en los meses de julio y agosto, sin que ellos tengan conocimiento de que el Ayuntamiento haya tramitado la pertinente licencia de obras. “En el mes de marzo, nos dice uno de estos vecinos, el Ayuntamiento estudió a título informativo la construcción de una nave en estas cinco parcelas de propiedad municipal que, además, contemplaba la cesión gratuita por parte del Consistorio a la empresa Urbaser de estos terrenos durante 20 años. Los protestas de algunos colectivos vecinales, los escritos presentados por los grupos de la oposición y el hecho de que el Ejecutivo, que por entonces también estaba presidido por Isabel Peces Barba, estuviese en minoría paralizaron el asunto. Me temo que el tripartito intentará sacar adelante lo que, a nuestro entender, tiene visos de ser una grave infracción urbanística”.