El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Las actuaciones de José Tomás a lo largo del pasado mes de agosto se cuentan por éxitos. Ha triunfado en todas las plazas donde se ha anunciado y sigue poniendo el listón muy alto. La afición le ha esperado, pero es que el de Galapagar se juega la vida a diario sin importarle nada y emociona cada tarde al público. Hay que decir que todas las plazas donde ha estado presente han colgado el cartel de “No hay billetes”, lo que viene a demostrar la grandísima expectación que despierta cada tarde que torea. Su primera actuación fue en Pontevedra, donde cortó tres orejas y puso a todos de acuerdo. Su paso por San Sebastián fue histórico. Cortó tres orejas, dio una lección de pureza, ortodoxia y profundidad frente a un manejable encierro de Garcigrande. Fue volteado de manera dramática sin consecuencias.
Su misticismo también le valió dos orejas en Almería y una nueva Puerta Grande toreando de forma primorosa a la verónica. En Málaga resultó cogido de forma aparatosa. Hubo de ser atendido en la enfermería de múltiples contusiones en la cara. Poco le importó al galapagueño, que se llevó tres orejas de mucho peso.
Y para concluir agosto, fue corneado en Linares por un toro de Cubillo en el 60 aniversario de la muerte de Manolete en esa plaza. Una cornada grave en el muslo donde permaneció en el ruedo hasta que finiquitó al toro. Por fortuna, el pasado lunes fue dado de alta y evoluciona de manera favorable. Espera reaparecer en Salamanca el próximo día 12.