Opinión

La reforma electoral

EL MIRADOR

M. Agis

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Acabamos de cumplir 30 años de democracia. Más exactamente, acaban de cumplirse 30 años desde las primeras elecciones democráticas, celebradas el 15 de junio de 1977 y ganadas por Adolfo Suárez.

Tres décadas es una distancia mínima desde el punto de vista histórico, pero permite ya una cierta perspectiva y distancia de los acontecimientos. Y sobre todo, nos permite valorar los errores y aciertos de este periodo.

La ley electoral
Uno de los temas que comienzan a debatirse es el relativo a la ley electoral, a raíz no sólo de los pintorescos gobiernos de coalición que se han creado en autonomías y municipios, sino de la propuesta hecha por Mariano Rajoy para que gobierne el partido más votado. Es un asunto espinoso que requiere un amplio consenso, difícil de conseguir, pero necesario.

Si nuestros políticos estuviesen más cercanos a la calle comprobarían que son muchas las personas que no entienden que quienes ganan las elecciones (a veces por goleada) pasen a la oposición y los que las pierden formen gobierno.

Insólitos argumentos
Es, en efecto, el mundo al revés, pero con amparo legal en la actual ley electoral. Claro que en política, lo sabemos todos, el sentido común no siempre triunfa y se buscan los más insólitos argumentos para justificar lo injustificables. Se volverá a hacer con este tema, aumentando la enorme distancia que ya separa al ciudadano común de la llamada “clase política”. La única ventaja es que será un periodo divertido porque en el fondo, a casi todos nos divierte este gran teatro de la política.