El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Las tres corridas de toros programadas e confeccionaron con mucha antelación. Esto a la larga ha sido contraproducente. La feria ha perdido ambiente. Van a torear en Santiago Apóstol toreros que tras pasar Sevilla y Madrid no atraviesan por buen momento.
Hubiese sido mejor haber esperado a los resultados de las grandes ferias para incluir a los triunfadores y a los toreros destacados. Miguel Abellán, Iván García, Encabo o Fernando Cruz, por no decir Padilla, pasaron por la isidrada de puntillas. De todas formas, confiamos en su buen hacer, en sus buenas maneras y en las grandes tardes que han dado para que puedan triunfar por todo lo alto en Villalba.
El cartel mediático seguro que es el preferido por la mayoría. Son toreros que arrastran a la masa y seguro que el público desea ver. No referimos a Jesulín de Ubrique, en el año de su despedida, o a “El Cordobés” que no se escapa de una portátil sin cortar orejas y rabos. Otros toreros como Antonio Ferrera o López Chaves seguro que buscan el triunfo con ahínco, porque siempre intentan triunfar por la vía de la voluntad.
Novilleros
Siempre he defendido que Villalba en el mes de julio podría tener una gran feria de novilladas, con cuatro o cinco festejos que captarían la atención de todos los aficionados. Se aparcarían las corridas de toros, que ya que son demasiados repetitivas, y más actuando siempre los mismos. En el julio hay pocas novilladas y un ciclo novilleril ahora sería muy importante, ya que normalmente no se celebran hasta septiembre.
Dentro de los cinco puestos que hay en la feria, la verdad es que están más o menos justificados. Junto al triunfador de San Isidro, Pepe Moral, estará Miguel Tendero, que gustó en Vistalegre. Por tanto, el panorama de novilleros es correcto, aunque falten nombres como el de Rubén Pinar.