El Ayuntamiento de Moralzarzal ha emitido un aviso de precaución debido a la gran cantidad de orugas de procesionaria (Thaumetopoea pityocampa) presentes en la zona, a pesar de las fumigaciones realizadas. Estas orugas son comunes en los bosques de pinos y su contacto puede ser peligroso tanto para personas como para mascotas, ya que poseen pelos urticantes que pueden causar dermatitis, problemas respiratorios y oculares. Se recomienda evitar áreas con pinos, no tocar las orugas y protegerse adecuadamente al transitar por estas zonas. En caso de contacto, se aconseja lavar la zona afectada y buscar atención médica si es necesario.
El Ayuntamiento de Moralzarzal ha emitido un llamado a la población para que tome precauciones ante la notable presencia de orugas de procesionaria en la zona, a pesar de las fumigaciones realizadas este año. Este insecto, conocido científicamente como Thaumetopoea pityocampa, es habitual en los bosques de pinos de España y otras regiones europeas.
Aunque estas orugas no son agresivas, su contacto puede resultar extremadamente peligroso tanto para las personas como para las mascotas debido a los pelos urticantes que cubren su cuerpo. La situación actual ha llevado al consistorio a advertir sobre los riesgos asociados y a instar a la comunidad a actuar con cautela.
Los peligros que representan las orugas procesionarias son varios. Entre ellos se encuentran:
Las mascotas también corren serios riesgos al entrar en contacto con estas orugas:
Para prevenir incidentes relacionados con las orugas procesionarias, se aconseja seguir ciertas pautas:
A medida que avanza la temporada, el Ayuntamiento reitera su mensaje de precaución para garantizar la seguridad de todos los ciudadanos y sus animales. La colaboración comunitaria es esencial para manejar esta situación adecuadamente.
La oruga procesionaria (Thaumetopoea pityocampa) es un insecto común en los bosques de pinos de España y otras partes de Europa. Aunque no son agresivas, su contacto puede ser peligroso debido a los pelos urticantes que recubren su cuerpo.
El contacto con los pelos urticantes de la procesionaria puede causar dermatitis, problemas respiratorios y problemas oculares, incluyendo irritación en la piel, tos, estornudos y conjuntivitis.
Los perros son especialmente sensibles al contacto con la procesionaria y pueden sufrir graves reacciones alérgicas. Los gatos también pueden experimentar irritación, aunque generalmente los efectos son menos severos que en los perros.
Se recomienda evitar pasear por zonas con pinos donde haya presencia de procesionaria, especialmente durante la primavera y el otoño. Si se ve una oruga, no se debe tocar ni acercarse a ella.
Para personas, se debe lavar la zona afectada con agua fría y jabón y acudir a un médico si hay síntomas graves. Para perros, se debe lavar la boca y el hocico del perro con agua abundante y llevarlo al veterinario si presenta síntomas graves.