Imágen de la visita de Sergio Ramos a La Herrería el pasado miércoles (Foto: RICARDO MIGUEL PEÑA)
El lateral madridista visitó a los niños del Nike Camp de San Lorenzo y huyó del acoso de la prensa para irse al Bernabéu a firmar su nuevo contrato. Reyes acudirá
esta tarde al campus sustituyendo a Fernando Torres
JAIME FRESNO | Miércoles 22 de octubre de 2014
Sergio Ramos regateó en La Herrería de San Lorenzo a un batallón de periodistas y cámaras para volar rumbo al Bernabéu. Allí, en el despacho presidencial, le esperaban Ramón Calderón, Pedja Mijatovic y una estilográfica, con la que puso rúbrica a la ampliación de su nuevo contrato. Con semejante agenda, la presencia de la estrella del Real Madrid en el Nike Camp quedó reducida a una operación de puro marketing, muy alejada del ejercicio didáctico al que debería de atender un campus de verano. Sergio Ramos zanjó el compromiso en apenas 25 minutos. Firmó unos autógrafos en camisetas y botas, respondió a ocho preguntas realizadas por los chavales y, una vez en faena, fue encarado por una veintena de niños con el balón en carrera, limitándose a enseñar al conductor del balón la salida del regate. Luego finiquitó con una sesión de disparos que buscaban acertar en unas dianas situadas en la portería del gol norte, y se fue camino del vestuario. A pleno sol, con más de 30 grados de temperatura, un ejército de micrófonos esperaron en vano, con muchas preguntas sobre Metzelder, Saviola, Pepe, Cesc, su contrato, la Liga, las vacaciones o Schuster. “No se puede hablar con él”, había avisado minutos antes el coordinador del campus, cuando muchos periodistas ya habían acudido al reclamo. Tras la ducha, y a una hora vista de la firma en Chamartín, Ramos, escoltado por su representante y su hermano, subieron a un coche y tomaron la Calleja Larga rumbo a Madrid.
Ídolo de los niños
La visita relámpago amenizó parte de las dos horas del entrenamiento de los casi 50 niños del Nike Camp. Uno de ellos, llegado desde Alicante, decía que “es mi ídolo junto a Raúl, y le agradezco mucho que haya venido a vernos desde Sevilla”. Otro, de Madrid, aseguraba que Sergio Ramos “lo hará bien de lateral, porque es el mejor”. Y un niño mexicano se declaraba impresionado de tener tan cerca al jugador, “porque sólo le había visto en el Bernabéu el día del Dépor, y yo estaba muy arriba”. Todos ellos pasaron minutos inolvidables, pero sólo unos pocos tuvieron el privilegio de preguntar a la estrella. Ramos apenas se mojó. Sobre Schuster aseguró que “tiene experiencia y con él todos aprenderemos muchas cosas”; de Saviola dijo que “tiene gol y nos vendrá muy bien”; de los fichajes de Pepe y Metzelder, competencia directa en la defensa, afirmó que “en el Madrid nunca te puedes sentir titular”. Diplomacia, tópicos y lugares comunes, propios del fútbol. Al día siguiente, el Nike Camp no pudo contar con la presencia de José Antonio Reyes, que sustituía en el cartel a Fernando Torres, ya en Inglaterra tras su fichaje por el Liverpool. La organización emitió un comunicado anunciando para esta tarde la presencia del utrerano a una hora sin confirmar al cierre de esta edición. Las promesas de que Reyes será más accesible a la prensa encontraron algún que otro pero: “No gracias, ya hemos visto el campus. Pásenlo bien”.