El condenado accedió al centro hospitalario vestido con un uniforme de conductor de ambulancia y sorprendió a su víctima mientras disfrutaba de un descanso en una sala de estar del complejo sanitario, sin darle oportunidad alguna a la defensa, a fin de asegurarse, dice la resolución que se acompaña en archivo adjunto, “de que conseguiría matarlo sin riesgo” para él. Nada –aclara la sentencia-, pudo hacer la víctima, que deja a dos hijos menores, para evitar la agresión, “por lo sorpresivo e inesperado del ataque”.
A esta conclusión llegó el jurado popular que siguió la vista y que consideró al acusado culpable de matarlo causándole sufrimientos adicionales que resultaban innecesarios para poner fin a su vida previos al fallecimiento, como fueron los repetidos apuñalamientos en muy diferentes partes del cuerpo, entre otras, la cara, ambas zonas inguinales, el tórax, la espalda y el cuello, y una última herida de degüello.
En vía de responsabilidad civil, la sentencia condena al acusado a indemnizar con 230.00 euros a cada uno de los dos hijos de la víctima, con 43.00 euros a sus progenitores y con 18.000 euros a cada uno de los tres hermanos, cantidades que la compañía aseguradora Relyens Mutual Insurance Sucursal en España se ha comprometido en firme a abonar en un acuerdo transaccional homologado por el tribunal.