Luces y sombras
Manuel J. Ortega
El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Stoy seguro que algunos de los lectores más asiduos de esta sección han estado esperando la edición de esta semana para conocer nuestra opinión sobre la subida de salarios de los políticos y cargos de confianza del Ayuntamiento de Collado Villalba o si, por el contrario, optábamos por obviar el tema. En la página de la derecha algunos lectores ya se han pronunciado y nosotros también lo haremos una vez conozcamos el reparto exacto de la tarta corporativa. No obstante, les voy a adelantar que estoy totalmente de acuerdo con el contenido del artículo ‘El sueldo de los políticos’, de Juan Pablo Mañueco, publicado en el diario ‘Siglo XXI’: “... ¿Quién debe fijar las retribuciones, los sueldos, las dietas y los gastos de representación de la clase política? ¿Los propios políticos que los perciben, o el pueblo soberano, que aunque no le dejen ser en modo alguno soberano, sí es al menos el dueño de esos peculios?, Ninguna empresa del mundo, ni pública ni privada, podría funcionar con el método que impera en política, en donde los asalariados (que son ellos, los políticos) se fijan sus propios salarios, sin negociar ni consultar con sus empleadores, el pueblo presuntamente soberano... Lo cual prueba de nuevo que el Estado actual es una entidad subversiva de la lógica y, por supuesto, de la democracia real”.
También tengo que aplaudir la decisión tomada al respecto Manolo Robles, alcalde socialista de Fuenlabrada (población que ronda los 200.000 habitantes), de congelar los salarios en su Consistorio, decisión que justificó en el hecho de que“Hay que evitar que en en muchos ayuntamientos se aprovechen estas fechas de inicio de legislatura para aumentar de forma considerable los salarios de alcaldes y ediles. Quiero que Fuenlabrada sea un ejemplo en la función pública por su austeridad en las percepciones económicas, porque preferimos invertir en asuntos sociales y en la ciudad y que los ediles tengan un salario digno pero sin los excesos que se cometen en otros municipios”.
A ver si cunde el ejemplo, digo yo.
LOS LADRILLOS AMENAZAN CERRO ALARCÓN.- Supongo que cuando la comunidad de propietarios de la urbanización Cerro Alarcón de Valdemorillo decidió vender los 40.000 metros cuadrados de su propiedad, situados junto al club náutico, terrenos calificadoos en aquellos momentos como dotacionales (ocio y deporte), no podían imaginarse que años más tarde ahí se pudieran construir 350 apartamentos, una residencia geriátrica y un balneario. Pues bien, como esta finca pertenece al municipio de Navalagamella, los representantes de este Consistorio regido por PSOE e Izquierda Unida, han aprobado una modificación de las Normas Subsidiarias para que se pueda levantar un complejo urbanístico-residencial junto al embalse del río Perales, es decir, al lado del embarcadero de Cerro Alarcón, sin tener en cuenta el impacto ambiental que pueda ocasionar dicha promoción urbanística a esta zona natural y protegida. El expediente que ya obra en poder de la Comunidad de Madrid, según hemos podido saber, está un tanto disfrazado puesto que en vez de plantear a las claras una modificación de la actual calificación urbanística, los técnicos del Ayuntamiento de Navalagamella pretenden dar la sensación de que lo que piden es una simple reducción de la edificabilidad de esta finca. De la alarma social generada por este proyecto ya es consciente la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental, de ahí que se haya apresurado a pedir a los grupos ecologistas que aporten cuanta documentación tengan sobre ello.
Estamos convencidos que al final terminará reinando la cordura y por tanto la Comunidad de Madrid impedirá que se produzca un caso más de especulación urbanística en la Sierra del Guadarrama, y más concretamente en uno de los parajes naturales situados entre el pantano de Valmayor, el embalse de río Perales y los encinares próximos a los ríos Cofio y Alberche.
EL CANDIDATO JOSÉ CEPEDA EN LA SIERRA.- Animado posiblemente por aquello de que al que madruga Dios le ayuda o simplemente al hecho de tomar contacto con los compañeros y paisanos de su padrino político, José Acosta, lo cierto es que José Cepeda, candidato a la Secretaría General del PSM, visitó la semana pasada algunas de las agrupaciones socialista de nuestra comarca donde mantuvo interesantes contactos con muchos de sus militantes. Cepeda, desde su postulación, el pasado 23 de junio, ha apostado claramente por “construir el cambio necesario dentro del PSOE, para volver a recuperar la confianza de los militantes que son los auténticos dueños de este partido”. También aprovechó esta visita a la Sierra para afirmar que en caso de conseguir el respaldo mayoritario de los compromisarios para ocupar el cargo de secretario general, propondría al alcalde de C. Villalba, José Pablo González, para que formase parte de la nueva Ejecutiva. Los otros dos aspirantes a ocupar el puesto que ha dejado vacante Rafael Simancas, es decir el alcalde de Parla, Tomás Gómez, y el concejal del Ayuntamiento de Madrid, Manuel García-Hierro, no parecen estar muy interesados en conocer las problemática de las agrupaciones serranas, algunas de ellas sumidas en complejas crisis, caso de Alpedrete, Guadarrama, Valdemorillo, si bien el primero de ellos sí estará hoy, viernes, en un acto en la sede socialista de San Lorenzo de El Escorial. Posiblemente esto se deba a que que ellos ven más positivos los votos de los compromisarios del Sur.