Este jueves se vivió una acalorada discusión entre María Patiño y Marta Riesco, que mantuvo a los espectadores pegados a la pantalla. La tensión y el dramatismo de la escena no solo capturaron la imaginación del público, sino que también marcaron un nuevo récord de audiencia para el programa, superando las difíciles expectativas de la cuestionada medición de la TDT y consolidando su lugar en el panorama televisivo español.
'Ni que fuéramos shhh' ha sido objeto de especulaciones sobre su futuro tras la reestructuración de algunos canales privados. Los rumores sobre su potencial traslado a TVE han generado una mezcla de expectación y preocupación entre sus seguidores, quienes temen que un cambio de cadena pueda alterar la esencia del programa.
Sin embargo, el último programa parece haber calmado temporalmente las inquietudes de la audiencia, demostrando que la magia de 'Ni que fuéramos shhh...' sigue intacta. La capacidad de los "quickers" para generar momentos tan intensos y atractivos sugiere que, independientemente de su futuro canal, su popularidad y relevancia no están en peligro.
La producción no ha confirmado ni desmentido los rumores sobre su traslado, manteniendo una expectación que podría jugar a su favor en términos de audiencia. Mientras tanto, los seguidores esperan con impaciencia el próximo programa, preguntándose cómo se resolverá la monumental bronca.
Por último, destacar que Patiño y compañía lograron elevarse por encima de cadenas generalistas, sobre todo en la franja de edad de 25 a 44 años, donde por momentos dominan pese a, como decíamos, una medición de audiencias obsoleta que, posiblemente, esté ocultando el verdadero potencial del programa que en su anterior etapa lideró durante 14 años y marcó un antes y un después en los programas de televisión.