Robleño estuvo dispuesto ante el sobrero de Mayoral (Foto: G. Matamala)
ALFREDO FERNÁNDEZ | Miércoles 22 de octubre de 2014
La feria de San Antonio de Collado Villalba 2007 se alargó este año más de lo previsto por la suspensión el pasado domingo 17 de junio de la corrida de toros que estaba programada. Aquella tarde el tiempo desapacible fue una causa más que justificada. Sin embargo, ese día todas las miradas estaban centradas en la reaparición de José Tomás en Barcelona, donde parece que hasta el organizador de la feria, Tomás Entero, y el propio alcalde, José Pablo González, viajaron para ver al fenómeno de Galapagar.
El festejo se aplazó al pasado sábado 23 de junio y desde aquí entendemos que fue una decisión acertada. Hizo un tiempo espléndido que si invitaba a ir a los toros. Pero dio un poco lo mismo. El público tampoco respondió y la plaza portátil registró una entrada muy pobre (apenas un tercio de su capacidad). Llevamos unos años en que el público no acude esta feria de San Antonio y creo que se deberían estudiar las causas. Quizá la calidad de los carteles, el poco interés que despiertan, o lo que sea, pero algo está ocurriendo. Posiblemente también afecte la ubicación de la plaza portátil. Es pésima. Tiene un acceso muy complicado. Sería buena cambiarla de lugar, porque rodeada de grandes edificaciones y sin carteles indicadores se antoja complicado que el aficionado sepa cómo se accede. Ya decimos que puede ser un motivo, aunque habrá que barajar otros, que seguro que los hay.
La corrida de toros lidiada el pasado 23 de junio llevaba el hierro de Hermanos Garzón Mergalina, una ganadería casi desconocida, de procedencia Cubillo, que tuvo una buena presencia y lució buenas cabezas. Todo hay que decirlo. Al conjunto le faltó temperamento, chispa, casta y moverse más. Todos tuvieron nobleza, pero como tantas veces decimos esa cualidad debe ir acompañada de otras.
Buena actuación de Robleño
De la terna quien estuvo francamente bien fue Fernando Robleño, que mostró una gran disposición toda la tarde y no regateó esfuerzos. Su primero, del hierro titular de Hermanos Garzón, se partió un pitón por la cepa y hubo de salir un sobrero serio, fuerte, con cuajo y astigordo con el hierro de Pablo Mayoral. El animal, muy complicado, probaba y no se tragaba los muletazos, pero Robleño poco a poco y a base de consentirle mucho le fue robando pases de mucho mérito que parecían imposibles. Por el izquierdo no tenía uno, pero por el derecho, llevándole tapado, se los tragaba a base de mando. Labor de paciencia de Robleño que no tuvo premio por el nefasto uso de la espada.
El quinto fue un serio ejemplar de Hermanos Garzón al que el espada madrileño le arrancó las dos orejas. Fue uno de los toros más potables de la corrida y Robleño le entendió muy bien, gustándose por momentos en tandas de buena factura por ambos pitones. Esta vez sí mato con más suficiencia y el torero por fin vio recompensado el esfuerzo realizado durante toda la tarde.
Junto a Robleño le acompaño en la salida a hombros el espada de Soto del Real Iván Vicente. Su lote fue tan noblote como escasito de emoción. Vicente construyó dos faenas sobrias y elegantes con muletazos muy bonitos e intercalando pinceladas donde el espada serrano se gustó mucho. Ninguno de los toros de su lote terminó de romper, pero como además Iván manejó la espada con eficacia le valió para pasear un trofeo en cada uno de sus toros y así triunfar.
Presencia injustificada
No podemos decir lo mismo de Víctor Janeiro, que no justificó para nada su presencia en este ciclo. No sabemos los motivos reales por los que la empresa le incluyó en la feria de San Antonio, pero desde luego que su paso por Villalba fue para el olvido. Su actuación fue desangelada, a lo que se une que es un torero que aparece mucho en plazas de escasa cuantía con resultados muy pobres.
Con su primero anduvo desdibujado y se puso muy pesado a la hora de finiquitar al toro de Garzón, ya que estuvo tremendamente desafortunado con la espada. Con el cuarto, Janeiro tampoco fue capaz de volver la tarde del revés y terminó su actuación entre el respetuoso silencio del cariñoso público.
Carteles en Las Navas del Marqués
La empresa de Collado Villalba Prestacar, de José Antón, organiza la feria abulense de Las Navas del Marqués a mediados del mes de julio. Se van a celebrar tres corridas de toros y un festejo de rejones. El ciclo comienza el domingo 8 de julio, con toros de Herederos de Andrés Ramos para Javier Valverde, Iván Vicente y Eduardo Gallo. El martes 10, corrida de rejones con astados de Felipe Navas para los rejoneadores Javier San José, Rui Fernandes y Sergio Domínguez. El miércoles 11, segunda corrida de toros, en esta ocasión con ejemplares de Mercedes Pérez Tabernero para Finito de Córdoba, Rivera Ordóñez y “El Cordobés”. La feria se cerrará el sábado 14 con toros de Castellejo de Huebra para “Paulita”, Salvador Vega y Matías Tejela.