JAIME FRESNO | Miércoles 22 de octubre de 2014
Nebojsa Milicic, técnico serbio ex de Fuenlabrada, Atlético de Madrid y Real Madrid, este último su club de procedencia, es el nuevo entrenador del CUC Villalba para la próxima temporada. El club logra así el fichaje del hombre que encabezaba la lista de futuribles a un banquillo para el que se han postulado decenas de entrenadores desde que se produjo la salida de Javier de Lucas.
La operación no ha sido fácil y para llegar al acuerdo final ha sido necesario retomar unas negociaciones que quedaron rotas en primera instancia por las diferencias económicas. El manager general, José Torres, terminó de cerrar el acuerdo el pasado domingo. Milicic, conocido como Nebo en el fútbol madrileño, “ha firmado por una temporada con opción a otra”, anunció Torres, que citó como factor clave en la operación el hecho de que al serbio “le ha encantado nuestro proyecto”.
Un ‘segundo’ de postín
El nuevo entrenador del CUC Villalba llega del Real Madrid, donde ha entrenado con éxito al juvenil B de Liga Nacional, compaginando esa labor con la de ayudante de Abraham García en el filial de Tercera División. En total, ha estado cuatro años en la Casa Blanca, en la que desembarcó tras jugar un papel clave en el Atlético de Madrid B que jugó en Segunda División de la mano de Carlos Sánchez Aguiar, con jugadores como Tevenet, Baraja, Fortune o el guardameta Ricardo. Su currículo se completa con la dirección del Fuenlabrada en Segunda B. Su ex compañero en el Real Madrid como entrenador del juvenil A, y actual técnico del Leganés, David Gordo, asegura que “Nebo lo va a hacer muy bien en Villalba. Sobre todo es muy disciplinado, tiene experiencia suficiente y le gusta el buen fútbol”. Precisamente del Leganés procede uno de los dos jugadores fichados por el CUC Villalba esta semana, el central, reciclable como lateral izquierdo, Gustavo de la Parra. Tiene 31 años y debutó en Primera División con el Atlético de Madrid en la campaña 1999/2000. En esa categoría vistió también la camiseta del Numancia, antes de pasar a equipos como el Granada, Algeciras y Las Palmas, todos en Segunda B.
La otra gran incorporación de la semana es la de Alberto Espino, que llega del San Sebastián de los Reyes para reforzar la delantera. Espino debutó en Tercera con Las Rozas de la mano de Paco Salguero, con actuaciones decisivas para la primera clasificación roceña para los play-off. Tras la eliminación ante el Celta B, saltó al Rayo Vallecano, donde al año siguiente hizo 18 goles en el filial. El Sanse lo fichó en 2003 para convertirlo, junto con Redondo, en una de sus referencias anotadoras.
El rendimiento de las caras nuevas se empezará a comprobar el 23 de julio, cuando el CUC Villalba inicie el trabajo de pretemporada en Los Ángeles de San Rafael.
· La entrevista Reconocido experto en canteras, Milicic elogia la estructura de un Villalba al que dice llegar sin presión
“No hay presión; creceremos poco a poco”
¿Qué le ha convencido para venir al Villalba?
Me llevé una primera impresión positiva. Es un club sano que quiere crecer con ciertos valores, con gente abierta y muy unida. Piensan siempre en mejorar lo que no está bien y además dispone de una cantera importante y unas buenas instalaciones que hay que aprovechar
¿Fue difícil dejar un club como el Madrid?
Sí. Estuve cinco años allí y ese club ha influido mucho en mi desarrollo como entrenador.
¿Le han pedido los presidentes que meta al Villalba en ‘play-off’?
Los presidentes son muy prudentes. Lo que quieren es ver crecer al club y a su gente. Ahora estamos metidos con los fichajes y no es el momento de hablar de objetivos. Lo haremos según la calidad que luego tengamos. No hay presión y creceremos poco a poco.
¿Cómo le gustaría que fuese el Villalba de Nebo?
Primero tenemos que buscar un equilibrio en todas las líneas y que haya calidad humana para hacer un fútbol dinámico e intenso. En el fútbol de hoy la clave es llegar con mucha gente al ataque, y es lo que intentaremos.
Por tanto, es usted un entrenador ofensivo...
Sí.
En Madrid se le define como un gran técnico de cantera. ¿Le gusta la estructura que hay en Villalba?
Todavía no entré en profundidad en ese tema, pero creo que está bien hecha, aunque todo se puede mejorar. Hay casi 600 niños jugando al fútbol y eso es muy importante. Villalba es el centro de esta zona y hay que aprovecharlo.
Le traerá buenos recuerdos su etapa en Atlético de Madrid con Carlos Sánchez Aguiar...
Claro. Era el único equipo filial en Segunda División, y en ese equipo había jugadores como Rubén Baraja, Tevenet, o Fortune y Ricardo, el portero, que luego fueron al Manchester United.
La mayor parte de su carrera ha sido segundo entrenador. ¿Es un reto asumir ahora la responsabilidad como primero?
No. Cuando ahora escucho a Joan Plaza, el entrenador de baloncesto, le entiendo. Tuve la suerte de entrenar al Real Madrid juvenil de Liga Nacional y eso me ayudó mucho, porque ya son jugadores de 18 años a los que puedes apretar.