Una caldera es un dispositivo utilizado para la generación de calor, por lo que se usa principalmente para calentar agua o generar vapor, que luego puede ser utilizado para calefacción o para el suministro de agua caliente sanitaria.
Muchas personas la tienen en casa, pero no todas saben cuándo es el momento de reemplazarla. Y es que, al igual que otros aparatos, su vida útil es limitada. Aunque depende en gran parte del mantenimiento, suelen durar entre 10 y 15 años. Además, hay ciertas señales identificables que nos “avisan” que llegó el momento de cambiarla.
Una vez que la caldera ha cumplido sus años de vida útil, comienzan a presentarse ciertas señales indicativas de que ya es tiempo de llamar a una empresa de calderas Madrid para reemplazarla. Estas señales pueden variar dependiendo del tipo de caldera y su estado general, pero algunas de las más comunes son las siguientes:
Este fallo es una de las más graves y se presenta con frecuencia. Aunque es posible solucionarla al cambiar la válvula de seguridad, no durará mucho.
Se debe tener en cuenta que, cuando la caldera comienza a presentar fugas de agua, también sufre ciertos deterioros que pueden representar un peligro para la seguridad de las personas y mascotas que habitan en la casa. Por eso, la solución más idónea es su reemplazo.
Es muy común que se presente este tipo de errores y no nos demos cuenta. No es normal que la calefacción se tome horas para activarse o que casi nunca podamos disfrutar del agua caliente. Cuando esto pase, lo mejor que puedes hacer es ponerte en contacto con un técnico experto.
Usualmente, este fallo se presenta en las calderas más antiguas con tecnología menos eficiente en comparación con los modelos más recientes. En muchos casos, puede ser necesario considerar la actualización o reemplazo de la caldera por una más eficiente energéticamente, de este modo, ahorrarás mucho dinero.
Por lo general, las calderas, sobre todo las que son más modernas, trabajan de forma silenciosa. Así que, cuando presentan ciertos ruidos, es momento de someterlas a una inspección con un profesional. Por lo general, estos sonidos se asocian a la falta de agua caliente y puede ser reparable al principio, pero si dejas que pase el tiempo puede volverse tan grave que la única solución sería cambiar de caldera.
Dependiendo del tipo de caldera que tengas, durará más o menos años. Antes comentábamos que las de gas duran de 10 a 15 años, mientras que las de gasóleo pueden alcanzar 20 años. En cualquier caso, el mantenimiento es un factor fundamental para que tu caldera conserve su buen funcionamiento, atrasando un poco el momento para hacer el cambio.
Para asegurar una correcta instalación, mantenimiento y reemplazo, haz esto:
En primer lugar, para que la vida de tu caldera sea larga, debes acudir a un profesional para que haga la instalación. Este debe estar certificado y acreditado para que pueda llevar a cabo el montaje de la manera más adecuada, lo que a su vez le dará a tu caldera máxima durabilidad.
Es importante que se revise la caldera y toda su instalación de forma periódica para que te asegures de que todo esté funcionando perfectamente. Por lo general, se hace una inspección cada 24 meses, y una revisión más minuciosa de tuberías, contador y llaves cada 5 años.
Cuando ya tu caldera tenga el tiempo máximo de vida útil y, aunque no presente fallos, debes mandar a hacer una revisión para ver si se debe sustituir. Esto te permitirá tener una caldera que funcione con más eficiencia, gastarás mucha menos energía eléctrica y, por ende, te ahorras dinero.