La formación ascendía hace muy poco desde la Segunda División, reimpulsada tras una buena estrategia de fichajes que permitió construir un equipo sólido y con proyección. El salto a Primera era esperable viendo sus resultados, pero lo que nadie habría imaginado es que llegaría a pelear por estar en lo más alto de la tabla en Primera División. A día de hoy, el equipo catalán se encuentra en tercera posición en la tabla clasificatoria de LaLiga, justo por detrás del FC Barcelona.
Y es que el deporte tiene algo que resulta imposible de escudriñar con algoritmos o inteligencia artificial. El conjunto blanquirrojo sale al campo no a defenderse, sino a ganar, y eso es precisamente uno de los motivos por los que está sumando victorias y haciendo que sus seguidores se amontonen cada vez más. Su estrategia de juego es totalmente ofensiva, atacando cada vez que tiene ocasión y, además, haciéndolo con una calidad y unas jugadas sorprendentemente vistosas. Venir de segunda no ha hecho que se amilanen ante nadie.
Hay calidad en el conjunto, pero también mucha preparación. Es algo que salta a la vista cuando saltan al césped y comienzan a hacer rodar el balón. Las jugadas muestran una clara preparación y los futbolistas saben muy bien cómo coordinarse para desmontar incluso a las defensas más férreas de España. Todavía están lejos de alcanzar las cotas de calidad de las grandes estrellas, pero si algo han dejado claro es que no tienen nada que envidiar a los equipos más fuertes de la competición. No en vano, se codean con los favoritos en la tabla.
¿Seguirá sorprendiendo el Girona en lo que queda de temporada? Por supuesto que sí. De hecho, hay quienes incluso se plantean la posibilidad de que el Girona gane la Liga de fútbol este año. ¿Lo conseguirán? Hace un año, nadie se lo plantearía siquiera, pero viendo la trayectoria del conjunto, solo se podrá ver con claridad cuando la temporada acabe y podamos ver las clasificaciones. Las sorpresas están al acecho.