El alcalde de Madrid y su delegado de Medio Ambiente han dejado claro en repetidas ocasiones que “no pondrán en marcha ninguna medida más de restricción del tráfico” puesto que ya cumplen la ley en materia de calidad del aire. Pero esta afirmación, señalan desde Ecologistas en Acción, es falsa: es cierto que en los dos últimos años se han registrado niveles de dióxido de nitrógeno por debajo de los límites legales, pero en cuanto a otro contaminante, el ozono troposférico, se rebasan habitualmente los valores objetivo y la situación empeora de forma creciente en los últimos años.El alcalde de Madrid y su delegado de Medio Ambiente han dejado claro en repetidas ocasiones que “no pondrán en marcha ninguna medida más de restricción del tráfico” puesto que ya cumplen la ley en materia de calidad del aire. Pero esta afirmación, señalan desde Ecologistas en Acción, es falsa: es cierto que en los dos últimos años se han registrado niveles de dióxido de nitrógeno por debajo de los límites legales, pero en cuanto a otro contaminante, el ozono troposférico, se rebasan habitualmente los valores objetivo y la situación empeora de forma creciente en los últimos años.
Además, a pesar de estas leves mejoras en la contaminación por dióxido de nitrógeno, recuerdan que los estudios científicos concluyen que en Madrid fallecen cada año unas 3.000 personas a causa de la contaminación atmosférica.
La explicación a esta aparente contradicción es que la legislación vigente (Directiva de Calidad del Aire, aprobada en 2008) partía de unos estándares de calidad del aire que ahora, por una apabullante evidencia científica, son considerados obsoletos y malsanos, en especial tras revisión de los límites de los contaminantes atmosféricos hecha pública por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2021.
Para reducir estas graves cifras de mortalidad está previsto que se apruebe en breve una drástica actualización de la normativa europea que reducirá notablemente los niveles tolerables de los distintos contaminantes, aunque sin llegar a alcanzar las recomendaciones de la OMS. De hecho, se espera que antes del 20 de febrero la Unión Europea apruebe el texto final de la revisión de la Directiva de Calidad del Aire.
Esta rebaja de los límites legales hará que, por ejemplo para el dióxido de nitrógeno, la mayor parte de las estaciones de medición de la contaminación madrileñas registraran niveles por encima de los límites legales.
Cuando las cifras de mortalidad son tan altas como las que sufrimos en Madrid, "cualquier conformismo en la lucha contra la contaminación cuesta muchas vidas". Y desde luego, "es inmoral que el consistorio gaste dinero público en decir que “Madrid por fin respira”, como hizo el año pasado, o que “Madrid tiene otro aire”, como está haciendo en lo que va de 2024, en lugar de tener más ambición para mejorar el aire de la capital".
Para alertar sobre esta situación, varios activistas de Ecologistas en Acción han extendido una pancarta en la Pasarela de la Paz, sobre la M-30, en el día de San Valentín, con el mensaje: “Si el amor está en el aire, en Madrid es tóxico”.