MANOLO RODRÍGUEZ ANTÓN - Alpedrete
El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Un concejal de Izquierda Unida de Alpedrete prometió su cargo “por imperativo legal”. Jurar o prometer la Constitución por imperativo legal sería una redundancia si no fuera porque esa coletilla en la boca de los que la pronuncian tergiversa completamente el sentido de la promesa. Hemos visto por televisión a deportistas jurando la Constitución al adquirir la nacionalidad española y ninguno de ellos, que recuerde, lo ha hecho por imperativo legal.
Ha sido pintoresco, si no ilegal, ya que ignoro si la fórmula está admitida (recordemos que la inventó ETA), o no en los actos de constitución del Ayuntamiento, ya que el presidente de la mesa de edad (del PSOE) no puso ninguna pega ante las protestas del público asistente. En el caso de este “señor” que promete sin prometer les recordaría que la ley no le obliga a ser español; podría ser coherente y renunciar a la nacionalidad española con sus inconvenientes y ventajas, y lo que es más importante: renunciar a su acta de concejal.
A veces creo que los niños son más coherentes que los mayores. Cuando juegan, establecen las reglas desde el principio. Siempre hay alguno que, al ir perdiendo, intenta cambiar las reglas para beneficiarse, y siempre ese niño de mal perder acaba por marcharse enfadado no sin llamar antes tramposos a los demás, que continúan su juego como si nada hubiera pasado.
Que reine el sentido común y ese “señor” debería ser llamado por IU para que devolviese su acta de concejal o que prometiera el cargo como la ley lo dice.