Cada año se diagnostican 1200 nuevos casos de cáncer infantil y es la causa de mayor mortalidad entre niños con edades comprendidas entre los 5 y los 14 años, y la segunda entre los jóvenes de entre 15 y 24 años, por detrás de los accidentes. Afortunadamente, el 80% de los pacientes sobrevive aunque muchos de ellos padecen secuelas físicas y emocionales de por vida.
La Fundación Aladina lleva 17 años atendiendo a niños y adolescentes con cáncer y sus familias, a través de programas de apoyo integral, emocional, psicológico y material, y sus intervenciones en hospitales. Es un innovador modelo de acompañamiento y apoyo en el que el tratamiento médico va indisolublemente de la mano de la risa, el juego y el amor.
La labor de Aladina se plantea en torno a tres ejes fundamentales: el apoyo emocional, que se traduce en el acompañamiento de los pacientes y sus familias a lo largo de todo el recorrido del tratamiento, el apoyo psicológico, a través de la atención gratuita y personalizada a los niños y adolescentes con cáncer y sus familias, y el material, con importantes reformas y mejoras en hospitales públicos para hacer más llevaderos los largos periodos de ingreso o sufragando gastos derivados de la enfermedad a familias con pocos recursos.